domingo, 4 de noviembre de 2018

RAYO VALLECANO 2-3 BARÇA. JORNADA 11

El Barça pesca una victoria en medio del caos

Agónico triunfo del líder en el campo del penúltimo con dos goles (Dembélé y Suárez) en los últimos tres minutos

El equipo de Valverde comenzó ganando y se dejó remontar por el Rayo: acabó tirando de coraje para sumar los tres puntos

Luis Suárez se afianza en la tabla de máximos goleadores con este gol milagroso para dar la victoria al Barça ante el Rayo Vallecano | LALIGA
Como un 'castell' fallido, el Barça estuvo a punto de derrumbarse en Vallecas: jugó con fuego el líder en el campo del penúltimo clasificado, pero acabó llevándose una victoria agónica, con dos goles en los últimos cinco minutos del partido, tras una segunda parte especialmente decepcionante.
RAY
2-3
FCB

Rayo Vallecano

Alberto (c), Advíncula, Gálvez (Velázquez, min. 70), Jordi Amat, Álex Moreno, Imbula, Santi Comesaña, Embarba, Trejo, Pozo y Raúl de Tomás (Alex Alegría, min. 64).

FC Barcelona

Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Sergio Busquets (c), Rakitic, Arthur, Rafinha (Dembélé, min. 51), Coutinho y Luis Suárez.

Goles

0-1, min. 11: Luis Suárez remata con la izquierda tras un pase de Jordi Alba desde la línea de fondo. 1-1, min. 35: Pozo se encuentra en la frontal del área con un rechace de Lenglet y dispara ajustado al palo izquierdo de Ter Stegen. 2-1, min. 57: Álvaro marca a placer tras un remate de De Tomás al palo. 2-2, min. 87. Dembélé marca con un disparo cruzado tras un pase de Piqué. 2-3, min. 89: Suárez remata a bocajarro un centro al área de Sergi Roberto.

Árbitro

Hernández Hernández (comité canario). Amonestó con cartulina amarilla a Amat (min. 5), Lenglet (min. 17), De Tomás (min. 48), Jordi Alba (min. 69) y Velázquez (min. 90+2).

Incidencias

Partido de la 11ª jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio de Vallecas ante 14.000 espectadores.
El Barça comenzó gobernando con cierta autoridad, pero dejó que el partido se convirtiera en un caos. El Rayo estuvo a un suspiro de llevarse el duelo, pero el empuje final del Barça, que a falta de cinco minutos perdía 2-1, dio la vuelta al marcador frente a un equipo que aún no ha ganado un partido en casa.
Los goles finales de Dembélé y de Luis Suárez, obra de la fe más que del fútbol, salvaron el honor de un Barça irreconocible, que estuvo más cerca del que perdió en Leganés que del que goleó al Real Madrid. Salvó el honor a última hora, colofón a un partido loco, en el que el Rayo fue creciendo a pasos agigantados.

De un inicio plácido a un final de infarto

Víctima de sus despistes, el Barça se desconectó de un partido que empezó gobernando con autoridad: el guión empezó tal y como había previsto el Barça, con el Rayo empezó presionando muy arriba, pero el equipo azulgrana apenas tardó un par de minutos en dominar a través del balón.
Retrocedió el Rayo, obligado a cerrarse para no dejar espacios ante el fútbol de toque del Barça. Bien ordenado y dueño absoluto del balón, el equipo azulgrana tuvo paciencia, aunque no profundidad. Se jugaba al pie, más que al espacio.
Bajó el ritmo del partido mientras el Barça movía el balón de una banda a otra hasta que Rakitic leyó perfectamente el desmarque de Jordi Alba por la banda izquierda.

Alba, experto en asistencias

El lateral, siempre incisivo, progresó hasta la línea de fondo y tuvo la pausa necesaria para esperar la llegada de sus compañeros. Coutinho y Suárez aparecieron en el área pidiendo el balón. Fue el uruguayo quien conectó el remate a gol, al primer toque y con la zurda. Bajo el larguero, Amat y Gálvez intentaron evitarlo, impotentes ante la masiva llegada del ataque del Barça.

El reloj solo marcaba once minutos y el equipo de Valverde se disponía a vivir un partido plácido. Pero curiosamente, el gol ablandó al Barça y fortaleció al Rayo. El líder se relajó y el penúltimo de la Liga se vino arriba, más por entusiasmo y empuje que por fútbol. Incomprensiblemente, el Barça se dejó ir. Dio un paso atrás, como si ya diese por cerrado el partido, y el rival empezó a crecer.
El Rayo pescó un contragolpe que estuvo a punto de acabar en gol, con un remate a bocajarro de Pozo: la grada de Vallecas se encendió y transmitió temperatura a sus jugadores, que poco después igualaron el partido.

crece el Rayo, mengua el Barça

La jugada nació en un mal despeje de Ter Stegen: en la segunda jugada, otro rechace de Lenglet acabó en los pies de Pozo, que tuvo tiempo para controlar y conectar un disparo impecable, preciso a la base del poste izquierdo de Ter Stegen. Faltaban diez minutos para el descanso y el Barça se condenaba a empezar nuevamente el partido.
En el descanso, Valverde tomó cartas en el asunto: pidió a Dembélé que calentase en cuanto el árbitro pitó el final de la primera mitad y no dudó en apostar por el francés en detrimento de Rafinha.

entra dembélé y se rompe el partido

Con la entrada del francés, el partido se abrió de par en par: Dembélé necesita espacios y cuando irrumpe en el partido, es inevitable que el partido se ponga a mil revoluciones por minuto, circunstancia que aprovechó el Rayo para meterle una marcha más a su juego.
Obtuvo así el premio gordo, un segundo gol que premió su actitud valiente y vertical: una acción por la banda derecha acabó en un remate de De Tomás al palo. El balón quedó muerto a pies de Álvaro, que remachó a puerta vacía para retratar el derrumbe del Barça.

las decisiones de valverde

En contra de su costumbre, Valverde agotó los cambios mucho antes de lo normal: agitó el partido con la entrada de Arturo Vidal y de Munir, que se instalaron en el área rival para intentar una remontada que por momentos parecía imposible.
El último cuarto de hora fue un ejercicio de voluntad del Barça: movido más por el orgullo que por la pizarra, los jugadores del Barça asediaron la portería del Rayo intentando abrir el campo por ambas bandas (Alba por la izquierda y Dembélé por la derecha) y con Piqué como 'nueve' improvisado.
Fue precisamente Piqué quien abrió la mecha de la remontada, cediendo un balón a Dembélé en el área del Rayo. El francés, que venía de sumar más errores que aciertos, bajó el balón con el pecho y remató cruzado, lejos del alcance del portero rival. Suspiró aliviado el Barça, que al menos salvaba un punto.

Suárez salva el honor en el 89'

Justo antes del minuto 90, Sergi Roberto colgó un balón al área en un intento de buscar rematador. Y a la hora de rematar, nadie como Luis Suárez, que llegó a tiempo para lanzarse al suelo y marcar un gol agónico, que permitió al Barça irse de Vallecas con los tres puntos.
El partido retrató lo mejor y lo peor del Barça, que empezó con intención de gobernar y acabó esprintando y con la lengua fuera para llevarse una victoria que se daba por descontada antes de empezar. Lo había avisado Valverde: a este Barça se le dan mejor los grandes que los modestos.

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