Dembélé y Cillessen mantienen el tipo del Barça ante el Tottenham
Un golazo del francés abrió el partido, empatado a última hora por Lucas Moura para clasificar al Tottenham a octavos de final
Cillessen volvió a firmar un partido impecable y Messi solo jugó la última media hora
Era un trámite, pero el Barça se tomó la visita del Tottenham con
profesionalidad y ganas de competir. Activado el 'modo Champions', el
equipo de Valverde estuvo a punto de tumbar al Tottenham en el Camp Nou
gracias a un extraordinario gol de Dembélé en el arranque del partido y a
la impecable actuación de Cillessen en los noventa minutos.
Solo el acierto de Lucas Moura a última hora privó al Barça de una nueva victoria en Europa:
tuvo mérito el equipo inglés, que se lanzó a por la victoria en busca
de su clasificación para los octavos. La logró porque el Inter (1-1) no
fue capaz de superar al PSV en Milán y porque durante la segunda parte
del partido, el Tottenham superó claramente al Barça. En el global, el equipo azulgrana perdió la posesión del balón, detalle siempre sorprendente en el conjunto catalán.
El resultado del Camp Nou dejó satisfechos a todos: los ingleses celebraron a lo grande su clasificación; el Barça iguala el récord de partidos consecutivos sin perder en casa en la Champions, 29 partidos desde la derrota ante el Bayern en 2013. El récord lo tenía en solitario precisamente el Bayern: 29 partidos entre 1998 y 2002.
Ernesto Valverde apostó por un once con pocos titulares habituales y una defensa inédita (Semedo, Lenglet, Vermaelen y el joven Miranda como lateral zurdo), pero las miradas enfocaron pronto a Dembélé, el gran protagonista de las horas previas.
Convertido por sus antecedentes extradeportivos en uno de los alicientes del partido, Dembélé ni siquiera dio tiempo a que el Camp Nou votase a favor o en contra, pulgar arriba o pulgar abajo. El francés es así, tan capaz de llegar tarde a un entrenamiento como de descorchar un partido ante el Tottenham con una obra maestra: su gol fue una maravilla, un prodigio de explosividad que arrancó una sincera ovación del Estadi.
Lo celebró con un punto de insolencia, tocándose la frente, mirando a la grada, ajeno a todos los comentarios que genera su vida extradeportiva, feliz de cerrar los debates de manera tan contundente.
El gol apenas cambió el guión del partido: bien posicionado en el campo, agarrado a la ilusión de jugadores como Aleñá, el Barça se adueñó de la pelota ante un impávido Tottenham, que aún tardaría unos minutos en reaccionar. Pasaba el tiempo y apenas había noticias de Harry Kane, uno de los delanteros más cotizados del mundo. Tampoco de Eriksen o Dele Alli, excelentes llegadores.
Kane lo intentó poco después con una falta directa, estrellada en la barrera del Barça. Para entonces, el Barça ya había dado un paso atrás. El Tottenham empezó a crecerse y a tener más posesión mientras el Barça echaba en falta la presencia de Arthur (le costó al brasileño meterse en el partido) o la jerarquía de Busquets, sentado en el banquillo.
Fue precisamente Busquets el primer cambio de Valverde, en el tiempo de descanso. Pero en los primeros compases de la reanudación, el Tottenham protagonizó las mejores ocasiones, como el disparo de Eriksen desde la frontal, muy bien resuelto por Cillessen, siempre atento el meta holandés.
La entrada del argentino coincidió con la fase más intensa del partido: había marcado el Inter en Milán y por lo tanto, al Tottenham no le quedó otra que lanzarse sin red al ataque. Pero los jugadores de Pochettino se encontraron con un inmenso Cillessen. El holandés lo paró todo: su acción más espectacular fue una mano a un remate de Lucas Moura que el holandés sacó sobre la misma línea de gol.
El Barça intentó contraatacar con Messi como referencia en ataque. El partido se rompió, convertido en un interesante duelo a ida y vuelta. Una prueba para el Barça; una agonía para el Tottenham.
Lo firmó Lucas Moura, pero la jugada fue de Kane, que cabalgó por la banda izquierda del ataque del Tottenham para servir el gol al jugador brasileño.
El Tottenham ni siquiera celebró el gol: prefirió ir a por el segundo, temeroso de que un gol a última hora del Inter le expulsase de la Champions. Estuvo a punto de lograrlo Rose, que desperdició un gran pase de Kane cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo añadido.
No hubo tiempo para más en el Estadi: el Barça se conformó con su ejercicio de profesionalidad y el Tottenham, apoyado por miles de seguidores en las gradas más altas del Camp Nou, dejó pasar el tiempo con un ojo en Milán. Al final, gritaron de júbilo los visitantes y sonrieron los locales, que siguen invictos en Europa.
FICHA TÉCNICA
BAR
1-1
TOT
FC Barcelona
Cillessen; Semedo, Lenglet, Vermaelen, Miranda; Arthur
(, Rakitic (c) (Sergio Busquets, 45'), Aleñá; Dembélé (Denis Suárez,
75'), Coutinho y Munir (Messi, 62').
Tottenham Hotspur
Lloris (c); Walker-Peters (Lamela, 60'), Alderweireld,
Vertonghen, Rose; Sissoko, Winks (Llorente, 82'); Eirksen, Delle Alli,
Son (Moura, 70') y Kane.
Goles
1-0, min. 6: Dembélé supera en carrera a Walker-Peters,
recorta a Winks y bate a Lloris. 1-1, min. 83: Lucas Moura marca a
puerta vacía tras un pase de Kane desde la izquierda
Árbitro
Milorad Mazic (Serbia). Amonestó con cartulina amarilla a Walker-Peters (min. 15), Semedo (min. 67),
Incidencias
Partido de la sexta jornada de la fase de grupos de la Champions League, disputado en el Camp Nou ante 69.961 espectadores.
El resultado del Camp Nou dejó satisfechos a todos: los ingleses celebraron a lo grande su clasificación; el Barça iguala el récord de partidos consecutivos sin perder en casa en la Champions, 29 partidos desde la derrota ante el Bayern en 2013. El récord lo tenía en solitario precisamente el Bayern: 29 partidos entre 1998 y 2002.
Ernesto Valverde apostó por un once con pocos titulares habituales y una defensa inédita (Semedo, Lenglet, Vermaelen y el joven Miranda como lateral zurdo), pero las miradas enfocaron pronto a Dembélé, el gran protagonista de las horas previas.
Convertido por sus antecedentes extradeportivos en uno de los alicientes del partido, Dembélé ni siquiera dio tiempo a que el Camp Nou votase a favor o en contra, pulgar arriba o pulgar abajo. El francés es así, tan capaz de llegar tarde a un entrenamiento como de descorchar un partido ante el Tottenham con una obra maestra: su gol fue una maravilla, un prodigio de explosividad que arrancó una sincera ovación del Estadi.
'Gourmet' dembélé
Dembélé empezó a correr en el centro del campo, persiguiendo un rechace de un córner. Superó en velocidad y sin piedad al debutante Walker-Peters y cuando se plantó en el área de Lloris, tuvo tiempo de recortar a Winks, dejarle sentado y batir por abajo a su compatriota.Lo celebró con un punto de insolencia, tocándose la frente, mirando a la grada, ajeno a todos los comentarios que genera su vida extradeportiva, feliz de cerrar los debates de manera tan contundente.
El gol apenas cambió el guión del partido: bien posicionado en el campo, agarrado a la ilusión de jugadores como Aleñá, el Barça se adueñó de la pelota ante un impávido Tottenham, que aún tardaría unos minutos en reaccionar. Pasaba el tiempo y apenas había noticias de Harry Kane, uno de los delanteros más cotizados del mundo. Tampoco de Eriksen o Dele Alli, excelentes llegadores.
cillessen, siempre seguro
A la media hora de juego, sin embargo, Eriksen filtró un excelente pase vertical a la carrera de Son: el coreano se plantó solo ante Cillessen, pero el portero holandés ganó el duelo con un gran movimiento, rechazando el balón con el pie izquierdo.Kane lo intentó poco después con una falta directa, estrellada en la barrera del Barça. Para entonces, el Barça ya había dado un paso atrás. El Tottenham empezó a crecerse y a tener más posesión mientras el Barça echaba en falta la presencia de Arthur (le costó al brasileño meterse en el partido) o la jerarquía de Busquets, sentado en el banquillo.
Fue precisamente Busquets el primer cambio de Valverde, en el tiempo de descanso. Pero en los primeros compases de la reanudación, el Tottenham protagonizó las mejores ocasiones, como el disparo de Eriksen desde la frontal, muy bien resuelto por Cillessen, siempre atento el meta holandés.
Messi, a escena
Aunque el partido era un trámite para el Barça, Valverde intentó agitarlo desde el banquillo: cumplido el primer cuarto de hora de la segunda mitad dio entrada a Messi, que suplió a un gris Munir.La entrada del argentino coincidió con la fase más intensa del partido: había marcado el Inter en Milán y por lo tanto, al Tottenham no le quedó otra que lanzarse sin red al ataque. Pero los jugadores de Pochettino se encontraron con un inmenso Cillessen. El holandés lo paró todo: su acción más espectacular fue una mano a un remate de Lucas Moura que el holandés sacó sobre la misma línea de gol.
El Barça intentó contraatacar con Messi como referencia en ataque. El partido se rompió, convertido en un interesante duelo a ida y vuelta. Una prueba para el Barça; una agonía para el Tottenham.
el tottenham se vuelca en ataque
Pochettino se la jugó con Fernando Llorente para apurar sus últimas opciones y la apuesta le salió bien. El Tottenham acabó jugando con Lamela, Lucas Moura, Kane y Llorente como delanteros; Eriksen y Dele Alli como medio centros, y el gol del equipo inglés no tardó en llegar.Lo firmó Lucas Moura, pero la jugada fue de Kane, que cabalgó por la banda izquierda del ataque del Tottenham para servir el gol al jugador brasileño.
El Tottenham ni siquiera celebró el gol: prefirió ir a por el segundo, temeroso de que un gol a última hora del Inter le expulsase de la Champions. Estuvo a punto de lograrlo Rose, que desperdició un gran pase de Kane cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo añadido.
No hubo tiempo para más en el Estadi: el Barça se conformó con su ejercicio de profesionalidad y el Tottenham, apoyado por miles de seguidores en las gradas más altas del Camp Nou, dejó pasar el tiempo con un ojo en Milán. Al final, gritaron de júbilo los visitantes y sonrieron los locales, que siguen invictos en Europa.
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