El Barça no da con la tecla ante el Olympique de Lyon
En su regreso a la Champions, el equipo azulgrana mejora sus prestaciones y domina el partido, pero es incapaz de aprovechar sus ocasiones
Messi capitalizó todo el juego de ataque, a Luis Suárez le falló la puntería y las intervenciones de Ter Stegen volvieron a ser decisivas
FICHA TÉCNICA
OLY
0-0
FCB
Olympique Lyon
Lopes, Dubois, Marcelo (c), Denayer, Mendy (Cheikh,
83'), Ndombele, Aouar, Traoré (Tousart, 68'), Depay, Terrier (Cornet,
75') y Dembélé.
FC Barcelona
Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba,
Busquets, Sergi Roberto (Arturo Vidal, 80'), Rakitic, Messi (c), Dembélé
(Coutinho, 66') y Luis Suárez.
Árbitro
Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó con cartulina amarilla
a Aouar (min. 3), Dubois (min. 32), Sergi Roberto (min. 80), Semedo
(min. 88).
Incidencias
Partido de ida de los octavos de final de la Champions League, disputado en el OL Stadium de Lyon ante 57.889 espectadores.
Enchufado desde el arranque, fiel a su propia exigencia, que le obliga a estar a la altura en todos los partidos europeos, el Barça salió muy bien plantado al césped del OL Stadium: pronto quedó claro que el partido sería un duelo entre la posesión y la verticalidad, entre el toque azulgrana y el poderío físico de los franceses.
El Barça, con Sergi Roberto ocupando el lugar que parecía reservado a Arturo Vidal, no tardó en adueñarse del balón y en ahogar la salida de balón del Olympique: así llegaron las primeras ocasiones del bando azulgrana, como el disparo de Dembélé en el primer minuto del choque, demasiado cruzado.
los avisos del olympique
Parecía agazapado el Lyon, uno de esos equipos con más juego que prestigio, y que respondió con garra a los primeros ataques del Barça: primero fue Traoré quien puso a prueba a Ter Stegen y más tarde, en el minuto 7, Terrier se sacó de la manga un potentísimo disparo de media distancia que el meta del Barça tocó lo justo para que el balón se estrellase en el larguero.Quedaba avisado el Barça, pero el equipo no cambió su guión: Sergi Roberto ayudó a tener más controlado el partido mientras Busquets se multiplicaba y Rakitic mantenia el equilibrio: unos metros por delante, todo el juego ofensivo pasaba por Messi, con permiso de un chispeante Dembélé, activo y con ganas de agitar el partido. De Suárez, en cambio, apenas había noticias.
Las incorporaciones de Messi desde la media punta y las rupturas al espacio de Dembélé como extremo zurdo fueron los mejores argumentos ofensivos de un Barça que supo presionar alto y jugar junto, dos de los puntos básicos del decálogo de Valverde.
Caían los minutos y el Barça gobernaba el partido, pero las luces se apagaban en el momento de la verdad: al equipo le faltó último pase y remate. Se echaba de menos la versión más inspirada de Suárez, extrañamente desacertado en Lyon.
El equipo francés, entretanto, lo basó todo en sus contragolpes, su juego directo y su capacidad para sorprender al rival con disparos de media y larga distancia. Terrier fue todo un dolor de cabeza para la defensa azulgrana.
coutinho, la carta de valverde
La segunda mitad del partido mantuvo el guión de la primera: el Lyon se conformó con jugar a la contra, cómodo con su juego vertical y directo, mucho más contundente que el de un Barça que masticó el juego una y otra vez, pero sin encontrar último pase ni remate. Messi puso a prueba a Lopes en el minuto 60, pero el meta del Olympique rechazó su disparo sin demasiados problemas.Valverde sacrificó a Dembélé para dar entrada a Coutinho, en un intento de buscar otros caminos hacia la portería rival: mejoró el Barça, que llegó más y mejor a la meta defendida por Lopes. Alba no tardó en conectar con Coutinho y entre ambos dejaron un balón perfecto para que Suárez rematase a gol, pero su disparo se fue ligeramente desviado. No fue la noche del uruguayo.
La banda izquierda del ataque del Barça se convirtió en el lugar donde sucedió todo lo importante: por allí, de la mano de la sociedad Alba-Coutinho. De hecho, el lateral fue el encargado de acabar una jugada muy bien trenzada por el equipo con un potente chut de media distancia que tampoco encontró puerta.
Pero pasaban los minutos y el Barça no embocaba: el partido acabó convertido en un monólogo, pero sin frutos. Y no por falta de actitud del Barça, que lo intentó por alto y por bajo, por fuera y por dentro, con Messi en el área y con 'Busi' chutando desde la frontal.
Pero no hubo manera: el Lyon se defendió con orden e intensidad y el Barça no tuvo puntería ni suerte para batir a Lopes. El cruce de octavos de final queda totalmente abierto, listo para que el Camp Nou decida el 13 de marzo.
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