El Getafe se llevó un punto en el Camp Nou e hizo perder dos a un Barça espeso
y sin frescura que acusó el esfuerzo del jueves en Mestalla y se
estrelló ante la ordenada defensa del cojnjunto madrileño, no exenta de
dureza tolerada por un pésimo Fernández Borbalán. Messi,
por ejemplo, jugó todo el partido con alguien cogiéndole de la camiseta,
buscándole los tobillos o incluso arrollándolo en el área sin que el
colegiado pareciese darse cuenta. Debutó como titular Yerry Mina, que estuvo cerca de anotar el gol ganador en el tramo final, formando tándem inédito de centrales con Digne. Y salieron airosos. En cambio, Dembélé,
revulsivo en su reaparición, ya en el segundo tiempo, no dio una a
derechas. En el tramo final, con el Barça volcado en busca de un gol
salvador, no sirvió la carta de Paulinho, como había servido en la primera vuelta.
LaLiga FC Barcelona- Getafe, en imágenes
Con pocas ideas, un Barça muy espeso acusó sin duda el esfuerzo del jueves en Mestalla y se estrelló una y otra vez en un ordenado Getafe que no renunció a buscar las contras. Valverdefinalmente apostó por Mina y Digne como pareja de centrales, con el francés como central corrector. La otra novedad, Paco Alcácer en ataque junto a Messi y Suárez. Coutinho completó la media con Busquets y Rakitic. No funcionaron las entradas de Alba ni Sergi Roberto rompió en sus intentos por banda derecha. El Barça abusó del juego por el centro y los balones largos de Messi o Rakitic encontraron a menudo un Luis Suárez en fuera de juego. Muy pocas ocasiones
El conjunto azulgrana marchó al descanso sin chutar entre los tres palos más que en un remate a gol de Luis Suárez, a falta lanzada por Messi, en posición de fuera de juego. Acción invalidada, por tanto.
El dato da una idea de lo que le costó al Barça moverse por el entramado del Getafe, amparado en la manga ancha que le dio Fernández Borbalán para repartir leña a diestro y siniestro, sobre todo un Bruno especialmente sucio en el despliegue defensivo. Este siniestro jugador incluso se permitió una patada a la cara de Messi cuando el argentino estaba en el suelo después de haber sido cazado por detrás, ya en el segundo tiempo. Agresión impune. Entre una cosa y otra, el Getafe cerró líneas, estuvo muy encima de los hombres clave azulgrana, especialmente Messi, Coutinho y Busquets en la salida de balón, y tapó las líneas de pase. Busquets, que en ataque se incrustaba como un tercer central entre Yerry Mina y Digne, estuvo muy marcado por Gaku y encontró muchos problemas en la salida de balón. El recurso del Barça fue a menudo el balón largo, que tampoco solucionó la falta de llegadas con peligro. Rakitic tuvo que replegarse para colaborar con Sergio.
Y el Getafe no renunciaba a buscar la sorpresa, pero con cuentagotas. En un desajuste defensivo azulgrana Portillo ganó la espalda a Jordi Alba y pasó a Ángel, que encaró a Mina y remató demasiado cruzado ante Ter Stegen.
El meta alemán minutos antes había salido para despejar un balón largo a Ángel, el jugador más avanzado de los visitantes. La pareja de centrales Yerry-Digne
tuvo la puesta en escena, realmente, en un día complicado, con muchos
espacios a sus espaldas y sin el rival neutralizado. Aun así, lo
resolvieron razonablemente bien. Yerry incluso cabeceó dos veces a puerta y estuvo a punto de marcar, a la salida de una falta y un córner, cuando el Barça ponía cerco a la portería de Guaita.
El último arreón
El Barça subió una marcha tras el descanso, aunque con cierta precipitación e imprecisiones. Coutinho cruzó demasiado un balón poco antes de que un rechace de la defensa pillase al equipo azulgrana descompuesto y con Ter Stegen avanzado. Ángel remató alto. Poco después, Antunes remataba alto por poco desde lejos. La verdadera reacción llegó cuando entraron Iniesta y Dembélé, con media hora por delante. El manchego, para poner criterio; el francés, velocidad, aunque con muy poco acierto. Le pesaron la falta de confianza y nervios.
Hasta el final, ataques con más tesón que acierto. El Barça
tiene ahora el Atlético a siete puntos. El esfuerzo por llegar a la
final de Copa se ha llevado cuatro por delante de los once que los
azulgrana tenían sobre el segundo clasificado.
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