El Barça da el golpe en Old Trafford
Un autogol de Shaw en el primer tiempo dio la victoria a un Barça sólido y competitivo
El United, ultradefensivo, ni inquietó a Ter Stegen y solo le queda un milagro en el Camp Nou
El Teatro de los Sueños fue del Barça. El equipo de Valverde
asaltó al United en su casa y se llevó la victoria en la ida de los
cuartos de Champions. Decidió un autogol de Shaw, en una jugada
ejecutada por Messi y Suárez. Centró el argentino, remató el uruguayo y
la empujó a la red el defensa inglés. Los blaugranas no necesitan
brillar para ganar en las grandes plazas. Su versión más competitiva les
permite poner un pie en las semifinales de la Champions League.
El United fue tan defensivo como conformista. A los ingleses
les queda solo aspirar a un milagro en el Camp Nou, pero visto lo visto a
Solskjaer le parece suficiente. Arrancaron los locales con cinco
defensas, Shaw de improvisado central y Dalot y Young como carrileros.
Las ausencias de Matic y Ander las suplieron Fred y McTominay. Valverde,
seguramente esperando un cerrojo, salió con un 4-3-3 y Coutinho en
ataque. Arthur acompañó a Rakitic y Busquets en el centro del campo, y
Semedo sustituyó a Sergi Roberto, seguramente para dar más fondo físico
en las coberturas a Rashford y Lukaku.
Los diablos rojos trataron de taponar al máximo la salida de balón del Barça, que en un inicio dubitativo concedió dos faltas evitables en la frontal. Acabaron en nada. En cambio el Barça, en cuanto pisó el área local, exhibió galones. Marcó la diferencia Busquets, que avistó un desmarque de ruptura de Messi. Solo ellos lo vieron, y el argentino recibió en el área. El control lo escoró, pero se sacó un centro milimétrico al segundo palo. Allí apareció Suárez, puro ariete, para cabecear y contar con la ayuda de Shaw. Un roce en la cadera del defensa inglés puso el balón en la red.
El linier puso intriga, señalando fuera de juego para anular el gol. El VAR lo corrigió: no era posición ilegal y el tanto subió al marcador. Lo celebró Suárez con rabia, mirando a la grada. Al ‘9’ blaugrana le gusta jugar donde no le quieren. Le silbaron en Old Trafford en cada balón que tocó, no olvidan su pasado con el Liverpool y la tormentosa relación que vivió con el United, entonces su máximo rival.
Lo mejor del plan de Solskjaer fue conseguir aislar a Messi. El crack argentino recibió un codazo brutal de Smalling, que lo dejó con sangre en el ojo y la nariz afectada. No señaló ni falta el colegiado, y Messi no encontró su sitio para marcar diferencias. Tampoco tuvo su mejor día Busquets, ahogado por la presión rival. El de Badía perdió balones impropios de él y se cargó con una tarjeta amarilla. Pero ni así el United, falto de calidad, inquietaba a Ter Stegen. Sí lo hizo el Barça con De Gea.
Tuvo Coutinho en sus botas el segundo tanto al borde del descanso: un balón descolgado en el área que remató con la punta de la bota. El tiro lo salvó milagrosamente De Gea con un pie magnífico. Bajo del arco, pocos porteros en el mundo son fiables como el español.
Con pocos recursos sobre el campo, este United tiene que recurrir la fe. Y en esto ayuda Old Trafford. El rugido del estadio empujó a los suyos en la reanudación, y dieron un paso al frente en el campo. Nada que afectara al Barça. Los de Valverde aguantaron la compostura, y ganaron aire con la entrada de Vidal y Roberto.
Llegaron los minutos con más ocasiones para el Barça: Suárez disparó al lateral de la de la red, Jordi Alba puso a prueba a De Gea, que sacó otro pie, y Roberto encontró un filón en la banda derecha del ataque. También lo intentó Messi, en un tiro de falta inofensivo. No llegó el segundo, y tuvo que hacerlo Piqué. El central cortó, providencial, la mejor internada del Manchester United que protagonizó Martial.
Si alguien dudaba del conformismo del United, Solskjaer quitó a su único delantero en el campo, Rashford, a falta de cinco minutos yendo por detrás en el marcador. Los ingleses irán con remotas opciones al Camp Nou, que no les parece poco. Pero el primer golpe, en el Teatro de los Sueños, lo asestaron los de Valverde. El Barça apunta a cuartos.
FICHA TÉCNICA
MUN
0-1
FCB
Manchester United
De Gea, Dalot (Lingard 74'), Young, Smalling, Lindelöf,
Shaw; Fred, Mc Tominay, Pogba, Rashford (Pereira 85'), Lukaku (Martial
68').
FC Barcelona
Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba;Rakitic,
Busquets (Aleñá 90'), Arthur (Sergi Roberto 64'), Messi, Suárez,
Coutinho (Vidal 64')
Goles
0-1 Shaw (pp) M.12
Árbitro
Gianluca Rocchi (italiano). TA: Busquets 18', Shaw 19', Vidal 71', McTominay 86'.
Incidencias
Old Trafford, 75.000 espectadores.
Los diablos rojos trataron de taponar al máximo la salida de balón del Barça, que en un inicio dubitativo concedió dos faltas evitables en la frontal. Acabaron en nada. En cambio el Barça, en cuanto pisó el área local, exhibió galones. Marcó la diferencia Busquets, que avistó un desmarque de ruptura de Messi. Solo ellos lo vieron, y el argentino recibió en el área. El control lo escoró, pero se sacó un centro milimétrico al segundo palo. Allí apareció Suárez, puro ariete, para cabecear y contar con la ayuda de Shaw. Un roce en la cadera del defensa inglés puso el balón en la red.
El linier puso intriga, señalando fuera de juego para anular el gol. El VAR lo corrigió: no era posición ilegal y el tanto subió al marcador. Lo celebró Suárez con rabia, mirando a la grada. Al ‘9’ blaugrana le gusta jugar donde no le quieren. Le silbaron en Old Trafford en cada balón que tocó, no olvidan su pasado con el Liverpool y la tormentosa relación que vivió con el United, entonces su máximo rival.
Lo mejor del plan de Solskjaer fue conseguir aislar a Messi. El crack argentino recibió un codazo brutal de Smalling, que lo dejó con sangre en el ojo y la nariz afectada. No señaló ni falta el colegiado, y Messi no encontró su sitio para marcar diferencias. Tampoco tuvo su mejor día Busquets, ahogado por la presión rival. El de Badía perdió balones impropios de él y se cargó con una tarjeta amarilla. Pero ni así el United, falto de calidad, inquietaba a Ter Stegen. Sí lo hizo el Barça con De Gea.
Tuvo Coutinho en sus botas el segundo tanto al borde del descanso: un balón descolgado en el área que remató con la punta de la bota. El tiro lo salvó milagrosamente De Gea con un pie magnífico. Bajo del arco, pocos porteros en el mundo son fiables como el español.
Con pocos recursos sobre el campo, este United tiene que recurrir la fe. Y en esto ayuda Old Trafford. El rugido del estadio empujó a los suyos en la reanudación, y dieron un paso al frente en el campo. Nada que afectara al Barça. Los de Valverde aguantaron la compostura, y ganaron aire con la entrada de Vidal y Roberto.
Llegaron los minutos con más ocasiones para el Barça: Suárez disparó al lateral de la de la red, Jordi Alba puso a prueba a De Gea, que sacó otro pie, y Roberto encontró un filón en la banda derecha del ataque. También lo intentó Messi, en un tiro de falta inofensivo. No llegó el segundo, y tuvo que hacerlo Piqué. El central cortó, providencial, la mejor internada del Manchester United que protagonizó Martial.
Si alguien dudaba del conformismo del United, Solskjaer quitó a su único delantero en el campo, Rashford, a falta de cinco minutos yendo por detrás en el marcador. Los ingleses irán con remotas opciones al Camp Nou, que no les parece poco. Pero el primer golpe, en el Teatro de los Sueños, lo asestaron los de Valverde. El Barça apunta a cuartos.
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