Buenas intenciones y mucho espíritu en la primera victoria del Barça de Xavi
Victoria sufridísima ante un Espanyol que desaprovechó innumerables ocasiones
Un gol de Memphis de penalti alivia el debut de Xavi en el banquillo azulgrana
La nostalgia tiene un poder asombroso. Por muy tramposa que sea, pocas cosas tan eficaces para despertar sentimientos como un pasado luminoso compartido. En esa tesitura anda el barcelonismo, aferrado como está a Xavi, un técnico que es mucho más que eso: una idea, un imaginario colectivo, una promesa de un futuro mejor.
FICHA TÉCNICA
BAR
1-0
ESP
Barça
Ter Stegen; Mingueza (Araujo 88'), Piqué, Eric Garcia, Jordi Alba; Busquets (Riqui Puig, 77'), Frenkie de Jong, Nico (Demir, 88'); Ilias (Abde, 46'), Memphis, Gavi (Coutinho, 69')
Espanyol
Diego López; Aleix Vidal, Sergi Gómez, Cabrera, Pedrosa; Embarba (Wu Lei, 78'), David López (Morlandes, 56'), Yangel Herrera (Loren Morón, 77'), Darder (Loren, 96'); Puado (Melamed, 56') y Raúl de Tomás.
Goles
1-0, M 47 Memphis (p).
Árbitro
Carlos Del Cerro Grande (Comité Madrileño). TA: Abde (58'), Pedrosa (59'), Mingueza (64'), De Jong (82'), Ter Stegen (89').
Incidencias
Partido correspondiente a la jornada 14 de Primera División jugado en el Camp Nou con 74.418 espectadores que supuso el debut de Xavi Hernández en el banquillo del Barça.
El técnico no decepcionó en la puesta en escena de su primer día en el banquillo. Fútbol desacomplejadamente ofensivo y ocho canteranos, incluido Ilias Akhomach, la gran novedad en el once, otra perla de la generación del 2004 como Gavi. Imposible no ilusionarse con un equipo que invierte sin miedo en el futuro y en los suyos.
Hacía meses que no se veía un Camp Nou tan encendido. Una fiebre que también transmitió el equipo, sobre todo en promesas tan reales como Gavi. Basta con verle hacer jueguitos antes del partido para ver que es especial. Pero aún más formidable es ver cómo derrocha personalidad en cada acción.
Volvió a ocurrir ante el Espanyol donde dio un caramelo a Ilias, que remató fuera un balón franco en el área. El Barça tenía el monopolio del balón pero no acertaba en el remate. El dibujo no ofrecía dudas: un mediocentro posicional, Busquets; dos interiores, De Jong y Nico rompiendo al espacio; y dos extremos, Ilias y Gavi abriendo el campo en las bandas.
Arriba Memphis con libertad para marcar diferencias. Las tuvo el holandés en la primera mitad, primero con una acción atropellada y después con un disparo al cuerpo del portero.
El Barça recuperaba el balón y apretaba al Espanyol, pero con un diagnóstico conocido: un equipo con buenas intenciones pero sin colmillo. El Espanyol solo amenazaba con alguna aventura de RDT.
La más clara tras un error de Mingueza en un despeje que terminó con un balón rozando el larguero. El Barça parecía perder el ánimo en los primeros 45 minutos por momentos tras no concretar sus ocasiones.
Arranque fulgurante
El Barça salió con el cuchillo en los dientes en la segunda mitad. No necesitó más de tres minutos para encontrar el camino del gol. Lo logró Memphis, como no podía ser de otra manera, tras un penalti muy riguroso.
El tanto liberó al equipo y el Camp Nou recuperó la electricidad. Minutos que coincidieron con un arrebato de liderazgo de Gavi y un ejercicio de atrevimiento de Abde, que tras sustituir a Ilias, salió libre de las ataduras del miedo.
El extremo tiene calle y gambeta. No parece abrumado por el Camp Nou. Suya fue una de las mejores ocasiones de la segunda mitad, con un balón picadito por encima del portero que era una pasada espléndida para Memphis. Salvó en última instancia Pedrosa.
El Espanyol le perdió el miedo al Barça y al conjunto de Xavi se le hizo muy larga la segunda parte. El conjunto perico merodeó el gol, pero le faltó contundencia. RDT, fue un tormento para el Barça. También con un lanzamiento que no entró de milagro. En el Camp Nou se hizo el silencio, congelado, porque el balón se vio dentro.
También RDT, que pocas veces tendrá tantas opciones para marcar en el Camp Nou, volvió a encontrarse con el palo, pero ninguna tan clara como la de Dimata, que incomprensiblemente no marcó.
Le perdonó la vida el Espanyol y respira aliviado Xavi. Necesitaba una victoria para que no se pinchara el globo de la ilusión.
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