Martí Perarnau analiza las primeras semanas
del nuevo Barça de Tito Vilanova y la importancia y exigencia que tiene
Sergio Busquets en cada partido
Busquets es clave en el centro del campo | Foto: Infografía: MARC CREUS/CARLES JAVIERRE
| 09.10.2012 | 09:39h
Donde antes corría el balón, ahora
corren los futbolistas. He ahí el cambio del Barça. Quizás solo se trata
de un cambio provisional, forzado por lesiones y circunstancias, pero
que han modificado el reconocible rostro de un equipo que se distinguía
por una identidad futbolística irrenunciable. Mutado el rostro,
persisten los buenos resultados, con lo que el balance provisional, muy
provisional, de Tito Vilanova se presume altamente positivo aunque el
termómetro del conjunto, Sergio Busquets, esté siendo exigido más que
nunca. El hombre que equilibraba el buque se encarga ahora de tapar
agujeros por doquier.
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