no hay messidependencia?...me temo que si messi se le cubre como lo han cubierto hoy, al cual dejaban recibir pero que recibía de forma escalonada a los defensores y en el centro del campo y claro,, tanto por delante como por detrás, el barça es otro...hoy, no ha aparecido nadie..ni cesc, ni iniesta, ni xavi, ni pedrito, ni, claro, messi....un barça que ha tenido toda la posesión pero, en el centro del campo, sin posibilidad alguna de acercarse a la puerta del milán que ha maniatado a todos sus hombres y ha defendido con 10...cuando perdíamos, contras...cuando ellos tenían el balón centros rápidos por si había suerte...y la han tenido...el primer gol tras unas manos clamorosas de un milanista que ha parado la pelota para que boateng hiciera el primero...el segundo cuando dábamos por bueno el 1-0 ya que no había manera de entrar en el área milanista y que deja la eliminatoria, pero que muy complicada....el barça el superfavorito y el milán de víctima ha puesto hoy mucha más entrega y brega y no se han puesto nerviosos en ningún momento con la posesión del barça y cuando han recuperado han sabido combinar para llevar la pelota lejos de su portería y que cuando la recuperáramos estuviéramos lejos para comenzar de nuevo, un par de disparos lejanos en la primera mitad...en la segunda un disparo de iniesta desde fuera del área y un disparo de xavi en una falta directa, no ha intervenido su portero ni una sola vez...así, me temo, que no vamos a pasar, volvemos a encontrarnos un chelsea, un inter de milán sin vergüenza a la hora de defender y ceder el balón y aprovechar los puntos flacos en la defensa...muy, pero que muy complicado, pero claro, la vuelta en el nou camp y la esperanza es lo último qeu se pierde, pero levantar un 2-0 a un milán así lo veo pero super-complicado...olvidar ahora el partido...a descansar los titulares, ganar el sábado al sevilla con los menos titulares que el martes tenemos la vuelta de la copa del rey y ya sabemos como nos jugarán...
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Nada de jugar de tú a tú. El juego de los de Massimilliano Allegri en el primer acto fue como una mano que va cerrando y cerrando sus dedos. Algunos proyectos de contrataque, con cierto peligro, pero lo importante era juntar las líneas, perjudicar la creación barcelonista, incomodar todo lo posible el fútbol de toque del Barça, regalándoles la posesión pero alejando el balón de Abbiati.
El triángulo Mexès-Zapata-Montolivo no permitía que Xavi, Iniesta y Messi marcaran la pauta. Pocas fisuras locales y balones largos apostando por la velocidad de Boateng o El Shaarawy. El primero que probó fortuna fue Muntari, en un disparo lejano que se fue por encima de la meta de Valdés. Un disparo de fogueo para poner en estado de alerta a la defensa, aunque no hiciera falta porque Carles Puyol estaba a punto para frenar a El Shaarawy en una internada del italiano de ascendencia egipcia.
El córner posterior a esa misma acción representó la acción más peligrosa de los milanistas ya que El Shaarawy buscó a Boateng y éste conectó un chut que lamió el poste izquierdo de la portería barcelonista. Un susto para un Barça que hasta ese instante solo se había acercado a Abbiati en un centro de Dani Alves hacia un Pedro en fuera de juego, con despeje de Mexès con su mano. La jugada quedó anulada y el posible penalti, también.
Un disparo colocado de Xavi a las manos de Abbiati en el minuto 25 fue la última reseña ofensiva de una primera parte que le salió bien al Milan, interrumpiendo todo intento de ataque del Barça. A Messi le iban frenando como fuera. A veces, jugándose y ganándose la amarilla, como le pasó a Phillippe Mexès. Pero sobre todo impidiendo que pudiera moverse con una mínima libertad. La noche milanesa se iba nublando para un Barça que no encontraba soluciones a la telaraña 'rossonera'.
PALMEO DE ZAPATA Y GOL DEL MILAN
La historia de la segunda parte estaba cantada. Al Milan no le interesaba renunciar a su planteamiento. Debía seguir fiel al mismo para entorpecer a un Barça que no encontraba huecos ni tampoco los creaba. Solo cambió una cosa: los de Allegri presionaban más allá del centro del campo.
Los de Jordi Roura seguían sin salir del lío montado por los milanistas quienes, sin comerlo ni beberlo, se encontraron con un regalo inesperado. Fue a los once minutos de la reanudación. Un momento del partido en el que uno se pregunta para qué sirve tanto árbitro en estos partidos. Ni el escocés Thomson, ni su asistente de la banda ni tampoco el asistente de la línea de fondo vieron que, después de que Montolivo chutara una falta y hubiera un despeje, el central Zapata palmeó el balón con su brazo para que quedara muerto a los pies de Kevin Prince Boateng para que éste, desde la frontal, fusilara a Valdés. ¡Zapata asistió a su compañero como si fuera Marcelinho Huertas!
Las protestas de los jugadores del Barça solo sirvieron para que Piqué viera una amarilla. El error ya se había consumado sin opción de apelación. Tocaba remar y Roura apostó por añadir pólvora o algo parecido. Para ello, retiró a Cesc y dio entrada a Alexis, en busca de su enésima oportunidad.
Seguía tronando -en sentido figurado- para el Barça. Y aún más cuando Puyol tuvo que ser atendido en la banda tras un choque con Pazzini. Vendaje espectacular para el capitán, quiuen vio ya en el campo cómo el propio Pazzini intentaba un remate a la media vuelta bien atajado por Valdés.
Messi seguía desaparecido. No fue su noche. Su único intento de gol fue un libre directo que ni se acercó entre los tres palos de Abbiati. El Milan complicaba cada vez más las cosas a un Barça sin ideas. Solo disparos lejanos, como el que probó Andrés Iniesta en el minuto 76 y que lamió el palo izquierdo de la meta milanista, muy parecido al de Boateng en la primera parte.
Porfía infructuosa, como un libre directo ejecutado por Xavi y que tampoco encontró portería. Fue la acción anterior al segundo mazazo de la noche. Esta vez, sin excusa alguna. Contraataque del Milan, el balón que llega a El Shaarawy, éste toca de primeras y Muntari, más solo que la una, no desaprovechó el servicio.
Euforia en San Siro por un triunfo que parecía exagerado. El Milan no merecía ganar por tanta diferencia, si bien es cierto que el Barça tampoco había hecho méritos para conseguir un resultado positivo. Los de Roura cayeron en la trampa de Allegri y, por mucho que Pedro reclamara un penalti por empujón de Constant y que Puyol buscara un remate marca de la casa, no había nada que hacer.
Los cinco minutos que Thomson añadió pudieron ser aún peores si Mascherano, que sustituyó al capitán, no llega a estar ahí para abortar otra contra milanista. Al final, un 2-0 que no permite al Barça lamerse las heridas. A Messi y compañía no les queda otra que pasar página y prepararse a fondo para que el 12 de marzo, al calor de un Camp Nou que debe ser el de las noches mágicas, se busque una nueva remontada. Toca remar y tener esperanza porque no todas las noches serán tan negras como la que se vivió este miércoles en Milán. Y este Barça tiene crédito para soñar con ello y mucho más.
CUANDO SE PIERDE SE TRATA DE BUSCAR EXCUSAS Y LOS PERIÓDICOS, ES NORMAL, QUE TRATEN DE BUSCARLAS...LA REALIDAD ES QUE EL BARÇA HA JUGADO MAL Y HA PERDIDO CON JUSTICIA, HEMOS SIDO SUPERADOS Y MÁS QEU PENSAR EN PENALTYS NO PITADOS O MANOS, HAY QUE PENSAR EN EL PARTIDO DE VUELTA CUANDO TOQUE, Y EN CORRER MÁS QUE ELLOS...ELLOS SE HAN MATADO A CORRER Y HAN TENIDO SU PREMIO...SIN EXCUSAS...
Pero no fue solo eso. Tras el primer tanto del Milan hay dos jugadas dudosas que habría que tener en cuenta. La primera, una carrera de Pedro hacia el área rival que fue cortada por Constant con una carga excesiva. La jugada empezó fuera del área, pero el canario cayó dentro de la misma. El colegiado no señaló nada.
La segunda, también tuvo como protagonista a Pedro. Un centro lateral no pudo rematarlo el '17' del Barça al ser derribado por Mexès, que saltó encima suyo.
La actuación del árbitro escocés, por tanto, no fue nada acertada durante los noventa minutos, aunque eso no justifica en ningún caso la derrota del Barça en un mal partido en San Siro.
Noche negra para el Barça en Milán
El Barça se llevó un duro castigo, quizá demasiado amplio, ante un Milan que anuló a su rival. Los de Roura apenas chutaron a puerta y los locales aprovecharon las pocas que tuvieron, alguna con ayuda aribtral
FICHA TÉCNICA
Champions League Octavos (ida)
-
AC Milan
2 -
FC Barcelona
0
ALINEACIONES
-
AC Milan Abbiati; Abate, Mexès, Zapata, Constant; Montolivo, Ambrosini, Muntari; Boateng, Pazzini (Niang, min. 75) y El Shaarawy (Traore, min. 87).
-
FC Barcelona Víctor Valdés; Dani Alves, Puyol (Mascherano, min. 88), Piqué, Alba; Sergio Busquets, Xavi, Iniesta; Cesc (Alexis, min. 61), Messi y Pedro.
Árbitro
-
Craig Thomson (Escocia). Mostró tarjeta amarilla a Mexès, Sergio Busquets y Piqué.
Goles
-
1-0, min. 56, Boateng. 2-0, min. 81, Muntari.
Incidencias
-
79.532 espectadores en San Siro.
| 20.02.2013 | 22:45h
Como era de esperar, al Barça no le esperaba ninguna facilidad. Jordi Roura
puso sobre el mismo escenario que truncó su carrera futbolística al
mejor once posible. Había que marcar en San Siro pensando en allanar el
camino en la vuelta, pero siendo conscientes de que no iba a ser fácil
porque el Milan apostaría por defenderse y apelar al contraataque.
Nada de jugar de tú a tú. El juego de los de Massimilliano Allegri en el primer acto fue como una mano que va cerrando y cerrando sus dedos. Algunos proyectos de contrataque, con cierto peligro, pero lo importante era juntar las líneas, perjudicar la creación barcelonista, incomodar todo lo posible el fútbol de toque del Barça, regalándoles la posesión pero alejando el balón de Abbiati.
El triángulo Mexès-Zapata-Montolivo no permitía que Xavi, Iniesta y Messi marcaran la pauta. Pocas fisuras locales y balones largos apostando por la velocidad de Boateng o El Shaarawy. El primero que probó fortuna fue Muntari, en un disparo lejano que se fue por encima de la meta de Valdés. Un disparo de fogueo para poner en estado de alerta a la defensa, aunque no hiciera falta porque Carles Puyol estaba a punto para frenar a El Shaarawy en una internada del italiano de ascendencia egipcia.
El córner posterior a esa misma acción representó la acción más peligrosa de los milanistas ya que El Shaarawy buscó a Boateng y éste conectó un chut que lamió el poste izquierdo de la portería barcelonista. Un susto para un Barça que hasta ese instante solo se había acercado a Abbiati en un centro de Dani Alves hacia un Pedro en fuera de juego, con despeje de Mexès con su mano. La jugada quedó anulada y el posible penalti, también.
Un disparo colocado de Xavi a las manos de Abbiati en el minuto 25 fue la última reseña ofensiva de una primera parte que le salió bien al Milan, interrumpiendo todo intento de ataque del Barça. A Messi le iban frenando como fuera. A veces, jugándose y ganándose la amarilla, como le pasó a Phillippe Mexès. Pero sobre todo impidiendo que pudiera moverse con una mínima libertad. La noche milanesa se iba nublando para un Barça que no encontraba soluciones a la telaraña 'rossonera'.
PALMEO DE ZAPATA Y GOL DEL MILAN
La historia de la segunda parte estaba cantada. Al Milan no le interesaba renunciar a su planteamiento. Debía seguir fiel al mismo para entorpecer a un Barça que no encontraba huecos ni tampoco los creaba. Solo cambió una cosa: los de Allegri presionaban más allá del centro del campo.
Los de Jordi Roura seguían sin salir del lío montado por los milanistas quienes, sin comerlo ni beberlo, se encontraron con un regalo inesperado. Fue a los once minutos de la reanudación. Un momento del partido en el que uno se pregunta para qué sirve tanto árbitro en estos partidos. Ni el escocés Thomson, ni su asistente de la banda ni tampoco el asistente de la línea de fondo vieron que, después de que Montolivo chutara una falta y hubiera un despeje, el central Zapata palmeó el balón con su brazo para que quedara muerto a los pies de Kevin Prince Boateng para que éste, desde la frontal, fusilara a Valdés. ¡Zapata asistió a su compañero como si fuera Marcelinho Huertas!
Las protestas de los jugadores del Barça solo sirvieron para que Piqué viera una amarilla. El error ya se había consumado sin opción de apelación. Tocaba remar y Roura apostó por añadir pólvora o algo parecido. Para ello, retiró a Cesc y dio entrada a Alexis, en busca de su enésima oportunidad.
Seguía tronando -en sentido figurado- para el Barça. Y aún más cuando Puyol tuvo que ser atendido en la banda tras un choque con Pazzini. Vendaje espectacular para el capitán, quiuen vio ya en el campo cómo el propio Pazzini intentaba un remate a la media vuelta bien atajado por Valdés.
Messi seguía desaparecido. No fue su noche. Su único intento de gol fue un libre directo que ni se acercó entre los tres palos de Abbiati. El Milan complicaba cada vez más las cosas a un Barça sin ideas. Solo disparos lejanos, como el que probó Andrés Iniesta en el minuto 76 y que lamió el palo izquierdo de la meta milanista, muy parecido al de Boateng en la primera parte.
Porfía infructuosa, como un libre directo ejecutado por Xavi y que tampoco encontró portería. Fue la acción anterior al segundo mazazo de la noche. Esta vez, sin excusa alguna. Contraataque del Milan, el balón que llega a El Shaarawy, éste toca de primeras y Muntari, más solo que la una, no desaprovechó el servicio.
Euforia en San Siro por un triunfo que parecía exagerado. El Milan no merecía ganar por tanta diferencia, si bien es cierto que el Barça tampoco había hecho méritos para conseguir un resultado positivo. Los de Roura cayeron en la trampa de Allegri y, por mucho que Pedro reclamara un penalti por empujón de Constant y que Puyol buscara un remate marca de la casa, no había nada que hacer.
Los cinco minutos que Thomson añadió pudieron ser aún peores si Mascherano, que sustituyó al capitán, no llega a estar ahí para abortar otra contra milanista. Al final, un 2-0 que no permite al Barça lamerse las heridas. A Messi y compañía no les queda otra que pasar página y prepararse a fondo para que el 12 de marzo, al calor de un Camp Nou que debe ser el de las noches mágicas, se busque una nueva remontada. Toca remar y tener esperanza porque no todas las noches serán tan negras como la que se vivió este miércoles en Milán. Y este Barça tiene crédito para soñar con ello y mucho más.
CUANDO SE PIERDE SE TRATA DE BUSCAR EXCUSAS Y LOS PERIÓDICOS, ES NORMAL, QUE TRATEN DE BUSCARLAS...LA REALIDAD ES QUE EL BARÇA HA JUGADO MAL Y HA PERDIDO CON JUSTICIA, HEMOS SIDO SUPERADOS Y MÁS QEU PENSAR EN PENALTYS NO PITADOS O MANOS, HAY QUE PENSAR EN EL PARTIDO DE VUELTA CUANDO TOQUE, Y EN CORRER MÁS QUE ELLOS...ELLOS SE HAN MATADO A CORRER Y HAN TENIDO SU PREMIO...SIN EXCUSAS...
El árbitro no pitó dos posibles penaltis
Craig Thomson no tuvo su mejor noche. Más allá del primer gol que no debió subir al marcador, su actuación fue muy discutible
| 20.02.2013 | 23:14h
Thomson desquició a los jugadores del
Barça. Dejó jugar demasiado, estuvo mal colocado sobre el césped, no
acertó a la hora de pitar muchas faltas y falló en los momentos
importantes. El de mayor relevancia, el gol mal concedido al Milan,
precedido de unas manos de Zapata.
Pero no fue solo eso. Tras el primer tanto del Milan hay dos jugadas dudosas que habría que tener en cuenta. La primera, una carrera de Pedro hacia el área rival que fue cortada por Constant con una carga excesiva. La jugada empezó fuera del área, pero el canario cayó dentro de la misma. El colegiado no señaló nada.
La segunda, también tuvo como protagonista a Pedro. Un centro lateral no pudo rematarlo el '17' del Barça al ser derribado por Mexès, que saltó encima suyo.
La actuación del árbitro escocés, por tanto, no fue nada acertada durante los noventa minutos, aunque eso no justifica en ningún caso la derrota del Barça en un mal partido en San Siro.
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