1-4: El Barça remonta al Cartagena
Los jugadores azulgrana celebran el triunfo en Cartagena / PEP MORATA
Javier Gascón 07/12/2013 00:17
Valorar una victoria sobre un Segunda División B como un punto de inflexión puede ser excesivo, pero algo de terapéutico tiene el 1-4 del Barça en Cartagena
tras dos derrotas consecutivas y 15 minutos iniciales en los que
aparecieron todos los fantasmas de aquellas tristes experiencias coperas
en Santa Coloma de Gramanet o Novelda. El Barça encarrila su
clasificación para octavos de final tirando de orgullo para remontar un
gol en contra con las dianas de Pedro (2), Cesc y Dongou, aunque sigue teniendo dudas futbolísticas y protagonizando momentos inexplicables.
Sin Xavi e Iniesta, los últimos en entrar en la enfermería tras la paliza física y psicológica de Bilbao, el Tata Martino eligió dos interiores de características muy distintas. La titularidad de Sergi Roberto, volante de ida y vuelta, con más llegada y recorrido que pausa, era esperada y la primera de la temporada. Sorprendió más la de Song, colocado a la derecha de Busquets, a medio camino entre ser otro pivote o un interior, no quedó claro si por descolocación suya o por la pizarra del técnico hasta que se asentó...tras el 1-0.
Aunque el Barça entró al campo concentrado y voluntarioso, no marcó la diferencia en el juego de inicio, posiblemente por esa indefinición táctica en la medular. A un rival de Segunda División B se le intimida con calidad, no sólo con un elogiable coraje porque en brega es imposible superar al Cartagena, envalentonado ante su entregada afición y con confianza por su gran temporada (3º). Además, con un técnico como Tevenet, que tiene como modelos a Simeone y Klopp, estaba claro que había que imponerse con una idea futbolística firme, algo que en esta travesía del desierto que comenzó en Amsterdam y continuó en Bilbao brilla por su ausencia.
Aunque Alexis fue el primero en avisar con una acción individual, Mariano Sánchez respondió en el 6' con un disparo desde la frontal que pasó muy cerca del poste y Zurdo envió en el 8' otro obús por encima del larguero. En la línea de la fragilidad mental de los últimos días, bastaron esas dos llegadas del Cartagena, 15.000 personas animando con el alma y un par de pérdidas de balón en zonas compremetidas para que el Barça pareciera un barco a la deriva.
En el 15' Bartra midió mal una anticipación que acabó en un regalo en la media, con el central en el suelo y toda su espalda libre. Puyol no llegó al pase en profundidad y Fernando batió a Pinto en el mano a mano con un disparo cruzado.
El 1-0 era una humillación para el Barça, que reaccionó, esta vez sí, con orgullo y decisión. Se trataba de arriesgar, de asumir responsabilidades en todas las zonas del campo, tanto para desequilibrar al rival con un regate o tocando más rápido y preciso aunque el rival estuviese muy encima. Y, por supuesto, intensidad para ir al balón dividido. Hubo un cambio.
Alexis y Pedro fueron profundos, aunque sin puntería. Un cabezazo del chileno se fue alto y otro lo desvió Limones con la punta de los dedos. Cesc disparó desviado por centímetros y lo de Pedro llegó a preocupar cuando en un par de acciones en las que se iba sin oposición a portería eligió recortar y caracolear, eso sí, provocando sendas faltas al borde del área que Alexis y Cesc no aprovecharon. En otra internada, el canario, en posición de remate, también optó por un pase a Song, quien no llegó al balón.
El propio Pedro entendió que se había equivocado y rectificó en el 35' batiendo por bajo a Limones tras un gran servicio de Cesc. Y tras otras dos ocasiones de Alexis y Sergi Roberto, inocentes en sus remates, el propio Cesc enganchó una volea a la red antes del descanso. Busquets y Sergi Roberto abrieron el pasillo a Adriano, quien se la puso al de Arenys. El 1-2 poco antes del descanso significaba la tranquilidad.
La segunda parte fue menos alocada. El Cartagena se quedó sin fuerzas para apretar por todo el campo y esperó más atrás, lo que permitió al Barça parecerse más a lo que se supone que quiere ser. Tuvo el control, tocó, creó superioridades numéricas y buscó el pase en profundidad. Pedro, tras dejar sentado a Limones con un regate marca de la casa, sentenció en el 76' después de que Cesc, Alexis (a portería vacía en un fallo que dará la vuelta al mundo) y Alba, que reapareció tres meses después, perdonaran ocasiones de forma lamentable.
Con el 1-3, Martino ya dio entrada a Dongou, que se estrena en partido oficial, y Montoya para dar descanso a Alexis y Alba, señal de que el partido ya se había acabado. No lo entendió así Dongou, que aprovechó su día para marcar el 1-4.
Sin Xavi e Iniesta, los últimos en entrar en la enfermería tras la paliza física y psicológica de Bilbao, el Tata Martino eligió dos interiores de características muy distintas. La titularidad de Sergi Roberto, volante de ida y vuelta, con más llegada y recorrido que pausa, era esperada y la primera de la temporada. Sorprendió más la de Song, colocado a la derecha de Busquets, a medio camino entre ser otro pivote o un interior, no quedó claro si por descolocación suya o por la pizarra del técnico hasta que se asentó...tras el 1-0.
Aunque el Barça entró al campo concentrado y voluntarioso, no marcó la diferencia en el juego de inicio, posiblemente por esa indefinición táctica en la medular. A un rival de Segunda División B se le intimida con calidad, no sólo con un elogiable coraje porque en brega es imposible superar al Cartagena, envalentonado ante su entregada afición y con confianza por su gran temporada (3º). Además, con un técnico como Tevenet, que tiene como modelos a Simeone y Klopp, estaba claro que había que imponerse con una idea futbolística firme, algo que en esta travesía del desierto que comenzó en Amsterdam y continuó en Bilbao brilla por su ausencia.
Aunque Alexis fue el primero en avisar con una acción individual, Mariano Sánchez respondió en el 6' con un disparo desde la frontal que pasó muy cerca del poste y Zurdo envió en el 8' otro obús por encima del larguero. En la línea de la fragilidad mental de los últimos días, bastaron esas dos llegadas del Cartagena, 15.000 personas animando con el alma y un par de pérdidas de balón en zonas compremetidas para que el Barça pareciera un barco a la deriva.
En el 15' Bartra midió mal una anticipación que acabó en un regalo en la media, con el central en el suelo y toda su espalda libre. Puyol no llegó al pase en profundidad y Fernando batió a Pinto en el mano a mano con un disparo cruzado.
El 1-0 era una humillación para el Barça, que reaccionó, esta vez sí, con orgullo y decisión. Se trataba de arriesgar, de asumir responsabilidades en todas las zonas del campo, tanto para desequilibrar al rival con un regate o tocando más rápido y preciso aunque el rival estuviese muy encima. Y, por supuesto, intensidad para ir al balón dividido. Hubo un cambio.
Alexis y Pedro fueron profundos, aunque sin puntería. Un cabezazo del chileno se fue alto y otro lo desvió Limones con la punta de los dedos. Cesc disparó desviado por centímetros y lo de Pedro llegó a preocupar cuando en un par de acciones en las que se iba sin oposición a portería eligió recortar y caracolear, eso sí, provocando sendas faltas al borde del área que Alexis y Cesc no aprovecharon. En otra internada, el canario, en posición de remate, también optó por un pase a Song, quien no llegó al balón.
El propio Pedro entendió que se había equivocado y rectificó en el 35' batiendo por bajo a Limones tras un gran servicio de Cesc. Y tras otras dos ocasiones de Alexis y Sergi Roberto, inocentes en sus remates, el propio Cesc enganchó una volea a la red antes del descanso. Busquets y Sergi Roberto abrieron el pasillo a Adriano, quien se la puso al de Arenys. El 1-2 poco antes del descanso significaba la tranquilidad.
La segunda parte fue menos alocada. El Cartagena se quedó sin fuerzas para apretar por todo el campo y esperó más atrás, lo que permitió al Barça parecerse más a lo que se supone que quiere ser. Tuvo el control, tocó, creó superioridades numéricas y buscó el pase en profundidad. Pedro, tras dejar sentado a Limones con un regate marca de la casa, sentenció en el 76' después de que Cesc, Alexis (a portería vacía en un fallo que dará la vuelta al mundo) y Alba, que reapareció tres meses después, perdonaran ocasiones de forma lamentable.
Con el 1-3, Martino ya dio entrada a Dongou, que se estrena en partido oficial, y Montoya para dar descanso a Alexis y Alba, señal de que el partido ya se había acabado. No lo entendió así Dongou, que aprovechó su día para marcar el 1-4.
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