El Barça gana a trancas y barrancas en Elche
De Jong empujó un balón en la línea para desequilibrar una primera mitad de escaso juego
Ter Stegen salvó un gol cantado y el propio De Jong regaló un gol a la cabeza de Riqui en el 89'
El FC Barcelona encadenó la cuarta victoria consecutiva en la Liga, y todas a domicilio, en Elche en un partido sin brillo, de mucha lucha y poca brillantez, solventada con una acción de carambola culminada por De Jong y otra potente arrancada del holandés con la que Riqui Puig puso la rúbrica. Antes, Ter Stegen había evitado el empate del Elche tras un error garrafal entre Mingueza y Araujo.
ELC
0-2
BAR
Elche
Edgar Badia, Barragán, Verdú, Diego González, Mojica, Marcone, Raúl Guti (Tete Morente, 74'), Josan, Víctor (Nino, 81'), Rigoni (Luismi, 74') y Boyé
FC Barcelona
Ter Stegen, Mingueza, Araujo, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, De Jong, Pedri (Riqui Puig, 86'), Dembélé (Trincaco, 74'), Griezmann y Braithwaite
Árbitro
Pizarro Gómez (madrileño). TA: Busquets (67') y Griezmann (83')
Goles
0-1, De Jong (39'); 0-2, Riqui Puig (89')
Incidencias
Martínez Valero, sin espectadores por el protocolo debido a la pandemia del Covid-19
El Barça se encontró unas condiciones climatológicas sorprendentes en la ciudad de las palmeras. Unos 20 grados, sol y ni rastro de las fatídicas borrascas Hortensia o Filomena. El tiempo era ideal, aunque el césped no tanto. El bote era un tanto irregular y no era perfecto, pero suficiente cómo para mostrar un mejor juego que se vio en el arranque.
Solo Dembélé
El equipo blaugrana estuvo lento en la circulación y con el único recuroso de las jugadas individuales de Dembélé. En esta ocasión, ante la ausencia de Messi, Griezmann fue el delantero centro y Braithwaite se escoró en la izquierda. El Elche, por su parte, estaba muy replegado con su plan habitual de defender con orden para buscar balones largos en los que Boyé debía buscarse la vida. Umtiti, la novedad en el once, y Araujo vivieron en realidad más en campo contrario que propio.
Pese al dominio blaugrana, los ilicitanos dispusieron de la primera ocasión con un cabezazo alto de Raúl Guti. El Barça se encomendaba al balón parado o a las segundas jugadas. Jordi Alba y Pedri lo probaron desde la frontal con tiros que se marcharon por poco.
De Jong con rabia
El partido estaba muy denso y se rompió por un accidente. Braithwaite centró, Diego González remató hacia su portería y De Jong acabó de empujar sobre la línea cuando la pelota igualmente ya entraba. El neerlandés remachó con furia, muestra de las ganas que tenía los barcelonistas de derribar el muro rival y marcharse con ventaja al descanso.
Al Barça le había costado mucho avanzarse y estuvo a punto de desperdicar su botín en un error imperdonable. Entre Mingueza y Araujo no se entendieron y Rigoni robó para plantarse ante Ter Stegen. El alemán aguantó de pie y sacó un pie milagroso para evitar el emapte. Dembélé reaccionó pronto con un lanzamiento que obligó a intervenir a Edgar Badia.
Edgar no pudo salvar más
El partido volvió a minutos de tedio hasta que Pedri lo animó con algunas ararncadas. En una de ellas, Jonan cortó el balón con la mano desde el suelo, pero el colegiado no consideró que fuera penalti y desde el VAR tampoco.
Trincao salió por Dembélé y tuvo la sentencia en dos ocasiones, en un buen remate tras un recorte y en un cabezazo a centro de Griezmann, aunque en ambas ocasión surgió la figura de un Edgar Badia felino.
La sentencia acabó por llegar una poderosa jugada de De Jong, quien llegó a línea de fondo y la puso en la cabeza del más pequeño, Riqui Puig, quien había reemplazado a Pedri, para marcar el segundo a falta de un minuto. Fue la sentencia a un choque solventado sin Messi. Y eso ya es mucho.
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