Messi alcanzó su cuarto Balón de Oro con un botín único en la historia del Barça.
Su incidencia en 2004-05 era del 1%; hoy llega al 53% de los partidos
Gabriel Sans
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Barcelona
09/01/2013 07:28
En el vuelo de regreso de Zúrich a Barcelona, el presidente Sandro Rosell reflexionó con Leo Messi sobre la trascendencia histórica de haber ganado su cuarto Balón de Oro consecutivo con apenas 25 años.
El dirigente le hizo ver que la vorágine del día a día, la rápida sucesión de acontecimientos y partidos, le impide valorar este éxito sin precedentes y que sólo el discurrir de los años le otorgará la real magnitud de sus logros.
Eso y unos números que no dejan de asombrar se miren por el encuadre que se miren. A bote pronto, el argentino ha intervenido en 400 de los últimos 1.151 goles del Barça desde que debutó en la temporada 2004-2005, contando los tantos marcados (289) y las asistencias (111) a otros compañeros. Una participación asombrosa de un 35%.
Y es que la incidencia de Leo en la productividad ofensiva del Barça ha ido incrementándose con el paso de los años a una velocidad progresiva e inaudita.
Del 1% logrado con su gol en la campaña 2004-2005 ha pasado al 53,68% de la temporada 2011-2012 al marcar y asistir en 102 de los 190 goles azulgrana. 9%, 16%, 28%, 35%. 51% sucesivamente.
En esta 2012-2013 lleva el mismo ritmo. 36 goles más 9 asistencias repercute en un 53,57% del botín. Nadie puede negar que habrá un antes y un después de Messi en el club.
La pregunta es si estos número se pueden afinar y mejorar. Con Messi es más que posible. Desmenuzadas, las estadísticas de esta temporada invitan a pensar que esta barrera del 53% se superará, aunque este año es más goleador que surtidor. Jugados 29 encuentros en cuatro competiciones, ha marcado o asistido en 23 (18 goleando y en 5 dando el último pase).
Dicho de otra forma, en 8 de cada 10 partidos su presencia proporciona algún tipo de alteración en el marcador. De los seis que no ni anotó ni asistió, en dos no actuó (Alavés) porque Tito le concedió descanso, en uno (Benfica ) fue suplente y se lesionó, en otro (Granada) provocó un gol en propia puerta y sólo en ¡¡dos!! (Celtic y Celta) se quedó en blanco. Nadie puede negar que vale la pena pagar para ver a Messi.
Al resto le ha inoculado su veneno sin miramientos. Y en dos de ellos, contra el equipo 'che' y frente al conjunto andaluz, sus pases sirvieron para decantar el partido a favor.
Total, que de esas 18 jornadas vividas, en 16 cobró protagonismo. De seguir así, los 50 goles que le dieron un Pichichi nunca visto en 81 ediciones quedará en nada apenas un año después.
El dirigente le hizo ver que la vorágine del día a día, la rápida sucesión de acontecimientos y partidos, le impide valorar este éxito sin precedentes y que sólo el discurrir de los años le otorgará la real magnitud de sus logros.
Eso y unos números que no dejan de asombrar se miren por el encuadre que se miren. A bote pronto, el argentino ha intervenido en 400 de los últimos 1.151 goles del Barça desde que debutó en la temporada 2004-2005, contando los tantos marcados (289) y las asistencias (111) a otros compañeros. Una participación asombrosa de un 35%.
Y es que la incidencia de Leo en la productividad ofensiva del Barça ha ido incrementándose con el paso de los años a una velocidad progresiva e inaudita.
Del 1% logrado con su gol en la campaña 2004-2005 ha pasado al 53,68% de la temporada 2011-2012 al marcar y asistir en 102 de los 190 goles azulgrana. 9%, 16%, 28%, 35%. 51% sucesivamente.
En esta 2012-2013 lleva el mismo ritmo. 36 goles más 9 asistencias repercute en un 53,57% del botín. Nadie puede negar que habrá un antes y un después de Messi en el club.
La pregunta es si estos número se pueden afinar y mejorar. Con Messi es más que posible. Desmenuzadas, las estadísticas de esta temporada invitan a pensar que esta barrera del 53% se superará, aunque este año es más goleador que surtidor. Jugados 29 encuentros en cuatro competiciones, ha marcado o asistido en 23 (18 goleando y en 5 dando el último pase).
Dicho de otra forma, en 8 de cada 10 partidos su presencia proporciona algún tipo de alteración en el marcador. De los seis que no ni anotó ni asistió, en dos no actuó (Alavés) porque Tito le concedió descanso, en uno (Benfica ) fue suplente y se lesionó, en otro (Granada) provocó un gol en propia puerta y sólo en ¡¡dos!! (Celtic y Celta) se quedó en blanco. Nadie puede negar que vale la pena pagar para ver a Messi.
La Liga, la favorita
Es este año su competición preferida. Está imponiendo un compás que será muy complicado que se repita. Ni tan siquiera Cristiano Ronaldo es capaz de seguir su rastro goleador. 18 encuentros jugados y en 14 ha visto puerta (11 dobletes, un 'hat trick' y un par de goles solitarios). Valencia, Granada, Sevilla y Celta se han salvado.Al resto le ha inoculado su veneno sin miramientos. Y en dos de ellos, contra el equipo 'che' y frente al conjunto andaluz, sus pases sirvieron para decantar el partido a favor.
Total, que de esas 18 jornadas vividas, en 16 cobró protagonismo. De seguir así, los 50 goles que le dieron un Pichichi nunca visto en 81 ediciones quedará en nada apenas un año después.
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y el qeu no corre vuela...día 28/01/2013
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