martes, 21 de abril de 2015

BARÇA 2-0 PSG. CHAMPIONS 2015

El Barça pone la directa y vuelve a alcanzar las semifinales de la Champions

El FC Barcelona hizo los deberes ante el PSG gracias a un doblete de Neymar y a un primer tiempo en el que todo el colectivo mostró un juego arrollador que anuló cualquier esperanza de remontada por parte de los parisinos

Neymar volvió a ser decisivo de cara a gol
Neymar volvió a ser decisivo de cara a gol EFE
Alfonso Callejas
21-4-2015 | 22:43 H.
El Barcelona encarriló este martes su pase a las semifinales de la Champions League gracias a un partido en el que demostró con claridad su superioridad ante un PSG que no inquietó a un Marc-André ter Stegen cada vez más sólido hasta mediada la segunda mitad.
Para el duelo ante el cuadro parisino Luis Enrique volvió a decantarse por su conocido once de gala, por el que comenzó a apostar tras el tropiezo liguero de Anoeta. Ni siquiera la cercanía del derbi del próximo sábado ante el Espanyol hizo variar la hoja de ruta del técnico asturiano. La apuesta volvió a salir ganadora y es que este once va como un tiro.
CLASE MAGISTRAL DE INIESTA
Tras unos primeros minutos de tanteo en el que el Barça se hizo rápidamente amo y señor del juego, el mediocampo azulgrana empezó a carburar para deleite de la grada. El PSG no quería concesiones y fruto de su intensidad defensiva David Luiz, clave ante la ausencia de Thiago Silva, vio la amarilla tras una falta sobre Rakitic. Al que no podrían parar ni a base de faltas sería a Iniesta. El de Fuentealbilla puso una marcha más al centro del campo y empezó a suponer un gran quebradero de cabeza para los hombres de Laurent Blanc.
Verratti, uno de los hombres seguidos de cerca por la secretaría técnica azulgrana, se vio demasiado huérfano en el pivote, poco escoltado por Cabaye y Matuidi, por lo que el descalabro era cuestión de tiempo. Poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora Iniesta se disfrazaría del 'Don Andrés' de las grandes ocasiones para desarbolar la medular parisina con un 'slalom' de ensueño y servir un pase medido al espacio para Neymar. El brasileño le ganó la espalda a su compatriota David Luiz y definió a las mil maravillas tras sentar a Sirigu en su salida.
DOBLETE DECISIVO DE NEYMAR
El PSG apenas inquietaba a Ter Stegen -su única llegada clara fue un gol anulado a 'Ibra' por fuera de juego- y el Barça parecía dispuesto a poner la directa para enterrar cualquier esperanza parisina de remontar la eliminatoria. Y el verdugo del PSG volvería a ser Neymar. Tras una volea demasiado alta de Messi, un lejano y envenenado disparo de Alves y otra jugada 'marca de la casa' de Iniesta ante Van der Wiel, volvería a llegar el turno del ex del Santos.
Era el minuto 34 y la conexión brasileña entraría en plena ebullición. Alves bailó a su marcador, el exazulgrana Maxwell, para acabar centrando con gran precisión con su pierna izquierda. El lateral puso el balón en la mismísima cabeza de Neymar y el '11' no perdonó al cabecear de forma inapelable al fondo de la red. El Barça encontraba el camino de la portería rival mediante todas las rutas posibles y la desesperación empezó a cundir en las filas visitantes.
ROTACIONES EN CLAVE DERBI
Tras una primera mitad brillante llegó el turno de las clásicas rotaciones. El Barça ya había hecho los deberes y solo una hecatombe mayúscula podía permitir al PSG dar la vuelta al marcador y a la eliminatoria. Luis Enrique aprovechó dicha circunstancia para dar descanso a algunos de sus futbolistas más habituales. El primero de ellos fue un Iniesta que había estado soberbio en los primeros 45 minutos. El manchego, que recibió el alta médica este mismo lunes, dejó su puesto a un Xavi que acabaría siendo ovacionado por su afición con cánticos de 'Xavi, quédate'.
El 2-0 del primer tiempo estaba llamado a deslucir el espectáculo de la segunda mitad aunque el Barça se resistió a ello durante algunos compases de dicho periodo. Rakitic intentó probar fortuna con algún lanzamiento aislado mientras que Messi demostró que no era su mejor noche de cara a gol al errar en un intento de vaselina. A los diez minutos de la reanudación, además, Busquets dejaba su sitio a Sergi Roberto. Buena prueba de que el cuerpo técnico daba por encarrilada la eliminatoria.
DESESPERACIÓN PARISINA
Con el partido visto para sentencia, llegó la fase más dolorosa para el PSG. Un tramo de encuentro que se convirtió en un constante 'quiero y no puedo'. Ni siquiera cierta relajación defensiva por parte del Barça a la hora de despejar una serie de balones bastó para que los de Blanc metieran el miedo en el cuerpo al Camp Nou. Una serie de rebotes finalizó en Ibrahimovic pero la buena asistencia del sueco no la aprovechó Verratti, al cruzar demasiado su disparo desde la frontal.
Blanc apostó entonces por ir abiertamente a por el partido, más por honra que por aspiración competitiva, y dio entrada al siempre eléctrico Lucas Moura por Cabaye. Los franceses lo intentaban a la desesperada, como desesperados estaban también algunos de sus jugadores. El propio Verratti daba buena cuenta de ello. El talentoso centrocampista italiano sacó a relucir su faceta más oscura y dejó algún que otro 'recadito' sobre un Neymar que volvió a gustarse en exceso con algunos detalles de cara a la galería.
EL CAMP NOU, RENDIDO ANTE EL MURO ALEMÁN
Con Neymar perdido en sus 'guerras' psicológicas con la defensa rival y con un Messi algo más dosificado en el segundo tiempo, Luis Enrique 'rompió' el tridente con su último cambio al dar entrada a Pedro por un Suárez que se marchó fuertemente ovacionado -la afición no olvidará fácilmente su exhibición en el Parque de los Príncipes-. La aportación del canario no cambió el guión ofensivo del equipo en el tramo final y las ocasiones acabaron siendo del bando visitante. Fue entonces cuando se erigió con más fuerza que nunca la colosal figura de un Ter Stegen que va a más partido a partido.
El meta alemán mostró su extenso repertorio para salvaguardar su portería y amarrar todas las ocasiones. Tiró de puños para despejar un potente latigazo de Ibrahimovic, aguantó en su salida ante una doble ocasión de Cavani y Matuidi y blocó con solvencia un tiro cruzado de Lavezzi, el último revulsivo de Blanc. No había nada que hacer. La consolidación del muro alemán bajo palos fue la última alegría para una afición que celebró el merecido pase a semifinales y que mandó un guiño al Espanyol y se acordó del derbi madrileño de este miércoles. El Barça vuelve a las semifinales de la Champions un año más y la afición se ha ganado el derecho a volver a soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario