Alfonso Callejas
| 30.08.2012 | 00:38h
El Barça se plantó este miércoles sobre
el césped del Santiago Bernabéu con la intención de hacer valer el
resultado del partido de ida de la Supercopa, disputada en el Camp Nou.
El planteamiento de la ida debió ser del agrado de Tito Vilanova ya que
el técnico azulgrana decidió apostar por el mismo once, con la novedad
de Alba por Alves tras los problemas físicos sufridos por el brasileño
durante el calentamiento. Sin embargo, pronto se vería que el
rendimiento del mismo once no sería el idóneo en feudo blanco.
El
partido empezó con una evidente declaración de intenciones por parte
del Real Madrid. Los pupilos de José Mourinho arrancaron el encuentro
con muchísima intensidad y ejerciendo una gran presión sobre los
azulgrana, lo que provocó diversas pérdidas de balón inusuales en los
visitantes y que el Madrid se sintiese muy cómodo encontrando espacios
para armar rápidos contraataques y elaborando un juego extremadamente
vertical.
Arranque para olvidar ante un Madrid hambriento
A
los siete minutos llegó la primera clara ocasión para los locales.
Higuaín se plantó completamente solo ante Valdés al recibir una
asistencia de Marcelo. Su disparo raso se topó con los pies del meta
azulgrana. Sin embargo, tan solo tres minutos más tarde y con los mismos
protagonistas, la historia fue diferente. Un clamoroso error de
Mascherano al no acertar al despejar un pelotazo de Pepe habilitó a
Higuaín para plantarse solo ante Valdés tras veinte metros de carrera en
solitario. El 'Pipita' no perdonó y superó al meta azulgrana con un
disparo por debajo de su cuerpo.
Las imprecisiones en la
elaboración y los despistes defensivos se sucedían en el Barça. Y así se
llegó al minuto 18 cuando el Madrid volvió a sorprender con otra rápida
contra. Un balón largo a Cristiano y la indecisión de Piqué al corte
provocó que 'CR7' se la llevase con la espuela para encarar y batir a
Valdés con un disparo seco y centrado que el meta azulgrana intentó
despejar con mala fortuna, ya que el balón rebotado fue a parar al fondo
de las mallas, haciendo imposible la llegada de un Piqué que intentaba
ayudar bajo palos.
Tres minutos más tarde se repitió una acción
similar con Higuaín de nuevo como protagonista. Valdés, nuevamente, se
convirtió en el héroe azulgrana al salvar el 3-0 con los pies. Cinco
minutos más tarde, sin embargo, el Barça parecía empezar a despedirse de
la Supercopa tras resultar expulsado Adriano. El lateral brasileño
intentó cortar en última instancia otra rápida internada de Cristiano
Ronaldo que se escapaba en solitario hacia la meta defendida por Valdés.
La falta fue clara y la roja justa. El Barça se quedaba con un jugador
menos con más de una hora de partido por delante.
Expulsado Adriano, Messi ilumina el camino
Tito
Vilanova movió el banquillo tras la expulsión de Adriano y dio entrada a
Montoya por un desaparecido Alexis. A pesar de reforzar la línea
defensiva, solo un minuto más tarde, en el 32, tras la entrada al campo
del lateral canterano, Higuaín estuvo a punto de sentenciar ante Valdés
pero Mascherano se cruzó providencialmente para enviar el balón a saque
de esquina.
Habría que esperar hasta el minuto 36 para contemplar
la primera ocasión azulgrana. Iniesta recuperó un balón mordido en el
área tras un rechace, recortó a su marcador y realizó un centro-chut al
que a punto estuvo de llegar Montoya con Casillas totalmente vendido.
Fue el punto de partida para empezar a ver a un mejor Barça que recibió
su premio -probablemente excesivo tras lo visto en el primer tiempo- de
las botas de Leo Messi. El crack argentino dio esperanzas a la parroquia
azulgrana y metió el miedo en el cuerpo al coliseo blanco al firmar un
golazo a balón parado tras superar por el exterior la barrera colocada
por Casillas. Cristiano y Di María tendrían, sin embargo, la oportunidad
de ampliar distancias antes del descanso.
Largas posesiones y primeros avisos del Barça
El
segundo tiempo arrancó con un Barça dominador en la circulación del
balón y un Madrid que cedía la iniciativa a los visitantes con el
objetivo de cerrar el partido al contragolpe. Durante los primeros
quince minutos tras la reanudación los azulgrana monopolizaron el
dominio del esférico pero los pupilos de Mourinho volvieron a mandar
algunos avisos. A falta de media hora para el final, sin embargo, Pedro
volvió a alimentar la esperanza azulgrana generando varias ocasiones de
gol. La primera, tras recibir con maestría un balón largo en carrera y
realizar un disparo a boca de gol que salvó con apuros Casillas. El meta
madridista tendría que intervenir tres minutos más tarde tras otra
acción personal del canario ejerciendo de extremo, internándose en el
área y disparando forzado a las manos del capitán blanco.
En los
siguientes minutos se sucedieron varias ocasiones para ambos bandos, con
especial protagonismo de una sorpresiva acción de Khedira que desbarató
un indignado Valdés y un intento de vaselina desde medio campo de
Iniesta que salió por encima del larguero. Quedaba un cuarto de hora
para el final y el Madrid renunciaba por completo al balón. Como en
anteriores temporadas, Mourinho aprobó que sus hombres reculasen y
rechazasen la posibilidad de luchar por hacerse con el control del
balón.
Último cuarto de hora para arrinconar al Madrid
Los
últimos quince minutos de juego pusieron de manifiesto que el Barça
sigue imponiendo un gran respeto tanto entre la plantilla como entre la
afición del Real Madrid ya que los pupilos de 'Mou' cedieron la
iniciativa del juego a los azulgrana de una forma completamente
flagrante y la afición enmudeció hasta el tiempo de descuento en que ya
se supo campeona.
Jordi Alba, tras recibir un gran balón en
profundidad de Messi y eludir la salida de Casillas, estuvo a punto de
hacer subir el 2 a 2 al marcador pero Sergio Ramos fue rápido al cruce y
evitó un tanto que habría crispado a las gradas del Bernabéu. La acción
del lateral azulgrana sería la primera de varias ya que en los últimos
diez minutos Tello, en dos ocasiones, Montoya en una muy clara, y Messi
con un disparo seco desde la frontal estuvieron a punto de sorprender a
Casillas. El Madrid, por su parte, perdió la oportunidad de sentenciar
con sendos remates de Cristiano y Modric que repelieron Valdés y Song,
respectivamente.
Precisamente, los notables minutos de Song y
Montoya y la reacción de todo el equipo tras el 2-0 y quedarse con un
jugador menos fueron las principales notas positivas de un Barça que,
tras perder la Supercopa, deberá aprender de los errores -tanto de la
ida como de la vuelta- para ser competitivos en la nueva temporada que
justo acaba de arrancar.