lunes, 24 de diciembre de 2018

BARÇA 2-0 CELTA JORNADA 17





Chispazo de Dembélé y la conexión Alba-Messi para cerrar el año

Dembélé y Leo Messi dejaron el partido para sentencia en la primera mitad

La segunda parte sobró, pues el Barça decidió jugar a medio gas ante un Celta sin punch





Nueva conexión Alba-Messi para que marque el 10 y cierre el año goleando | LALIGA


FCB
2-0
CEL

Barça

Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets (Aleñá, 86'), Arturo Vidal (Arthur, 62'), Rakitic; Messi, Luis Suárez y Dembélé (Coutinho, 62')

Celta

Rubén; Hugo Mallo, Araujo, David Costas, Mazan; Okay (Lobotka, 46'), Jozabed; Brais, Iago Aspas (Fran Beltrán, 52'), Boufal (Pione Sisto, 75'); y Maxi Gómez.

Goles

1-0 M.10 Dembélé; 2-0 M.45 Messi.

Árbitro

Prieto Iglesias (Navarro). TA: Aspas (44').

Incidencias

Partido de la jornada 17 de LaLiga Santander disputado en el Camp Nou ante 78.686 espectadores.
El Barça consolidó el liderato y cerró 2018 sin sobresaltos. Una efectiva primera mitad fue suficiente para doblegar a un rival con más intenciones que resultados. De nuevo, se conectó  Dembélé para abrir el marcador, y de nuevo, apareció la  conexión letal entre Jordi Alba y Leo Messi para sentenciar pese a quedar 45' por delante. Y es que la segunda parte sobró. Para unos y para otros.
Ernesto Valverde se ha decantado por un once fijo en las últimas jornadas y en el partido para despedir el año no tuvo dudas. Ni Arthur, ni Coutinho de inicio. Confianza en el chileno Arturo Vidal y arriba, un Dembélé que volvió a aprovechar su ocasión y además de destilar su innegable calidad individual, evidenció que cada vez está más integrado en los mecanismos del grupo.
El Celta ha recuperado su esencia ofensiva con la llegada de Miguel Cardoso al banquillo y los vigueses salieron desafiantes al Camp Nou, con fuerte presión arriba y ganas de disputar la posesión del balón. Salió en frío el Barça y le costó engrasar la maquinaria, pero a la que pudo correr y combinar, detectó rápido el camino del gol. Alba encontró una autopista por su banda para  devolver la pared a Messi y Rubén Blanco bastante hizo rechazando el balón del argentino. No tuvo suerte, el balón le fue a Dembélé y el francés, que está en gracia con el gol, no perdonó.
Un gol que, de hecho, no varió los planes del partido de unos ni otros. Al Barça le faltó un poco más de chispa para sentenciar y dio  vida a un Celta que reclamó unas manos de Lenglet en el área claramente involuntarias. Con el juego concentrado en el tercio central del terreno por la presión y las defensas adelantadas de ambos, cuando se llegaba al área era para no tener contemplaciones. Así es como Messi vio a Dembélé a los 20 minutos, pero Rubén salió rápido y el rechace le fue a la pierna menos buena de Alba, la derecha.

APARECE LA CONEXIÓN MÁGICA ALBA-MESSI

El enemigo del Barça pasó a ser más que el Celta un colegiado que tiene la 'virtud' de desesperar a los azulgranas como una gota malaya. Se desconectaron por momentos los de Valverde y el Celta, poco a poco, fue llegando. Maxi Gómez, Hugo Mallo... Avisos que provocaron un efecto positivo en el Barça. Volvió  a tomar las riendas del  juego, tocó y tocó hasta buscar la mejor opción.
Y apareció la conexión mágica, la que permite que Jordi Alba y Leo Messi se entiendan con la mirada. El lateral vio totalmente solo al mejor del mundo tras un mal balance defensivo visitante y 'D10s' estrenó su cuenta, superando a Rubén al filo del descuento del primer tiempo. Alba se apuntó su octava asistencia de la temporada y Leo se acercó a solo dos goles  de los ansiados 400 en Liga. No hubo mejor manera posible de marcharse a los vestuarios. Partido encarrilado.

ANODINA SEGUNDA MITAD

Volvió frío el Barça y el Celta desafió con la entrada de Lobotka por un Okay más defensivo. Brais Méndez quiso poner magia pero su chut  con efecto salió fuera por poco. Se lesionó un aplaudido Aspas y sin su referente, los vigueses bajaron la autoestima. Los azulgranas, en un calco del primer tiempo, fueron de menos a más y Luis Suárez falló el tercero tras un estratosférico pase de Jordi Alba.
Valverde miró  al banquillo y buscó la solución para recuperar el control del juego. Primero entró Arthur y después, Coutinho. El técnico se quiso curar en salud y minimizó riesgos ante un Celta dominador pero sin llegar a incomodar seriamente a Ter Stegen, solamente en una acción que tuvo que sacar el balón bajo palos.
Y por el Barça, poquito más. Otra de Luis  Suárez  y una  falta de Messi que no entró. Y casi  que es noticia. Dejar pasar el tiempo, pensar en las vacaciones e  ilusionarse con lo que depare el próximo año. Hay mimbres para un gran cesto y nos esperan emociones fuertes.

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