Bailando con el enemigo
Casi siempre Messi y cada vez más Iniesta son rodeados por rivales y las imágenes resultantes son espectaculares

Messi rodeado de futbolistas rivales.
/ FOTO: Pere Puntí - MD
Joan Josep Pallàs
|
Barcelona
15/01/2013 07:59
Como verbalizar el maravilloso fútbol que despliega el mejor Barça
de la historia resulta cada vez más costoso, ayudarse de imágenes
facilita las cosas. Y últimamente las hay muy elocuentes. Así sucede con
Leo Messi y Andrés Iniesta, primero y tercero del mundo según la última edición del Balón de Oro
y máximos exponentes del fútbol-arte azulgrana. Cuando les llega la
pelota se produce en las filas rivales una especie de alarma general:
aparecen defensas por todas partes, los que lo son y los que no, que se
ofrecen voluntarios para robarles el balón y así convertirse en héroes.
Los rodean con la vana esperanza de neutralizarlos, pero es casi
imposible.
Messi es el caso más habitual. Cuando recibe el esférico nunca está solo. Tratan de frenarlo con un 'dos contra uno' o escalonadamente, de manera que si salva la entrada de un defensor le sale otro y así sucesivamente. Pero es muy complicado pararlo si no es haciendo falta.

Contra el Benfica, Leo salió desde el banquillo y todo el equipo, literalmente, se centró en sujetarlo; contra el Valladolid una gran tela de araña le rodeó; y contra el Atlético la presión fue global pero el resultado, el de siempre.

Iniesta no se queda corto. Su imagen de la Eurocopa acosado por media Italia dio la vuelta al mundo. Andrés va de recital en recital. Lo que hizo en Málaga no se puede explicar con palabras

Messi es el caso más habitual. Cuando recibe el esférico nunca está solo. Tratan de frenarlo con un 'dos contra uno' o escalonadamente, de manera que si salva la entrada de un defensor le sale otro y así sucesivamente. Pero es muy complicado pararlo si no es haciendo falta.

Contra el Benfica, Leo salió desde el banquillo y todo el equipo, literalmente, se centró en sujetarlo; contra el Valladolid una gran tela de araña le rodeó; y contra el Atlético la presión fue global pero el resultado, el de siempre.

Iniesta no se queda corto. Su imagen de la Eurocopa acosado por media Italia dio la vuelta al mundo. Andrés va de recital en recital. Lo que hizo en Málaga no se puede explicar con palabras

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