El Bayern de Pep, supercampeón a la épica
El Bayern Múnich ganó al Chelsea una Supercopa de Europa épica que se decidió por 5-4 en los penaltis después del empate 2-2 en los noventa minutos reglamentarios
| 30.8.2013 | 23:49h.
Los vigentes campeones de la Liga de
Campeones se impusieron gracias a la parada de Manuel Neuer en el último
penal de la tanda al disparo de Lukaku, que fue el único de los diez
lanzadores que erró. La final fue vibrante en todo momento, pues el
Bayern empató el partido 2-2 con un gol de Javi Martínez en el último
segundo del tiempo extra, en el que el Chelsea se adelantó y aguantó su
ventaja con un hombre menos.
La victoria supuso una 'mini-revancha' para el Bayern después de la derrota que sufrió ante los "blues" en penales en su propio estadio de Múnich en la final de la Liga de Campeones de 2012. El campeón de la Europa League se adelantó en el minuto 8 con tanto del español Fernando Torres, pero el Bayern igualó en el 47 por medio del francés Franck Ribéry. Nada más empezar la prórroga, el belga Eden Hazard puso el 2-1. El partido tuvo un desarrollo similar al de la final de 2012 en el Allianz Arena, de infausto recuerdo para los bávaros, con el Bayern volcado sobre la portería inglesa pero sin precisión en el remate. Sin embargo, en esta ocasión la suerte sonrió al Bayern y dio un respiro al técnico Josep Guardiola, que no sólo batió a su enemigo íntimo, José Mourinho, sino que logró evitar el fantasma de una segunda derrota consecutiva en una final tras caer en la Supercopa alemana ante el Borussia Dortmund.
El partido respondió al espíritu futbolístico de los dos técnicos: el Bayern Múnich de Guardiola tuvo el control de la pelota y el Chelsea de Mourinho se replegó a la espera de un contragolpe letal.En el minuto ocho, el conjunto inglés se puso en ventaja precisamente gracias a una veloz salida con el balón controlado de Hazard, que abrió a su derecha sobre Schürrle para que el alemán centrara al área y Torres enganchara el balón al primer toque para incrustarlo en la portería bávara.El golazo del español castigó las dudas defensivas de un Bayern que no se descompuso y mostró durante todo el partido su intención de replicar con acento alemán el juego de toque que encumbró a Guardiola al frente del Barcelona. Los bávaros deben aún ajustar muchos automatismos, pero pese a las importantes bajas en su centro del campo -ni Schweinsteiger ni Thiago Alcántara-, nunca renunciaron a llevar la iniciativa en el juego.Guardiola apostó por una sala de máquinas de urgencia con el lateral Philipp Lahm en el mediocentro junto a Kroos. Javi Martínez, tocado físicamente, esperó en el banquillo hasta la última media hora de juego. Y Mario Götze, la joven perla fichada al Borussia Dortmund, entró también en los últimos minutos en sustitución de Thomas Müller.
No obstante, al Bayern le basta con hacer llegar el balón a la banda izquierda para crear peligro. Por ahí se mueve el flamante mejor jugador de Europa, Ribéry, en cuyas botas estuvieron las mejores oportunidades de los campeones de la Champions.En una brillante y vertiginosa asociación con Mandzukic al borde del área, el francés estuvo a punto de lograr el empate en el minuto 22, pero Petr Cech alargó la mano y desvió el balón a córner.No erró Ribéry nada más empezar la segunda parte, cuando de un disparo seco sorprendió al arquero checo por el palo más cercano y puso la igualdad en el marcador.El extremo se fue directo a celebrar el gol con su técnico en la banda.
El Bayern acentuó su dominio del partido y el balón rondó sobre todo el área "blue", pero las oportunidades de gol más claras fueron del Chelsea.En el 63, Neuer sacó con los pies un mano a mano con Oscar después de un resbalón inoportuno de Dante que regaló el balón al rival. Y a falta de 12 minutos para el final, Ivanovic estrelló un remate de cabeza en el larguero de la portería alemana.Los ingleses no acertaron, pero las cosas aún se les complicaron más con la expulsión de Ramires por doble amarilla justo al final del tiempo reglamentario, con toda una prórroga por delante.
Sin embargo, cuando el partido parecía más de cara para el Bayern, Hazard aprovechó un nuevo desconcierto defensivo bávaro, recortó a dos jugadores y su disparo se coló en la portería de un Neuer que en esta ocasión estuvo poco inspirado.Mourinho movió sus piezas. Retiró a Torres del campo y dio entrada a Lukaku para frenar la salida rival con un hombre más fresco. Pero el gran protagonista de la prórroga fue Cech, que detuvo todo lo que se aproximó a sus dominios.Ni Mandzukic ni Shaqiri ni Ribéry pudieron batir al checo, hasta que llegó Martínez y en el último segundo del partido mandó la definición a los penales. Allí no falló nadie, excepto Lukaku, que se convirtió en la figura trágica que siempre dejan los finales desde la pena máxima
Neuer y Javi Martínez dan la Supercopa al Bayern de Pep
El navarro empató en la prolongación de la prórroga. Antes marcaron Torres, Ribery y Hazard. En los penaltis Neuer paró el último a Lukaku.
La final del equipo que se está haciendo, el Bayern, contra el equipo que se siente cómodo deshaciendo, la ganó el primero a penalties y a última hora. El Chelsea, que cuenta ya ineludiblemente con el gen de los ganadores más Mourinho, lo tuvo muy cerca con poco juego, mientras que Guardiola está todavía con el martillo y el cincel. Señal de que su equipo no se despliega sobre el campo todavía con suficiente orden es la jugada del gol de Hazard, con los ingleses en inferioridad tras la expulsión de Ramires: todo el mundo llegó tarde.
Tuvo el balón el Bayern y, en la prórroga, decenas de oportunidades hasta el empate de Javi Martínez en el último segundo, pero empezó con Kroos perdido, los centrales sin sacar el balón con claridad y Lahm, de mediocentro, fácilmente superado por Hazard en el gol de Torres. Ese tanto, una contra perfecta de tres azules contra siete rojos, centro de Schürrle y remate a la primera del español, es otro gol en finales del 9 (como hizo en dos finales de Eurocopa, una final de Europa League y una semis de Champions). Está Torres con confianza y se siente con autoridad: la llegada de Eto'o la ha aceptado como el próximo reto.
Pep se está encontrando muchas situaciones nuevas, pero una esencial. Los futbolistas no alemanes, se dice, entienden lo que quiere hacer; a los germanos les cuesta lanzarse a la aventura. Igual por eso cuando Ribery marcó el tanto del empate desde fuera del área se dirigió al entrenador catalán para mantener una conversación a grito pelado: pareció el gesto de uno con otro necesitado de cariño. Mourinho se encontró un Chelsea que lleva medio año ordenándose con Rafa Benítez y le ha echado bastantes metros atrás para aprovechar la velocidad de sus delanteros. Pudo vencer con sendos balones al palo de Ivanovic o David Luiz, pero la copa se la llevó el que más chutó y más tuvo el balón.
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