Barça-Levante: Messi y Neymar abren el telón
El Barça presenta hoy en su estadio a una de las duplas que más expectación ha levantado en el mundo del fútbol en los últimos tiempos
Lionel Messi (i) celebra con Neymar (d) un tanto marcado contra la selección tailandesa. / FOTO: RUNGROJ YONGRIT - EFE
Messi y su salto hacia la madurez
Con
el Mundial de Brasil en el horizonte, Messi tiene ante sí otra
temporada con alicientes suficientes como para seguir buscando la
excelencia partido tras partido.
El crack argentino no tiene que demostrar nada sobre el terreno de juego, pero su madurez (acaba de cumplir 26 años) personal y futbolística implica asumir otro tipo de liderazgo en el vestuario.
Messi es el rostro de este Barça campeón de todo lo ganable, pero ya no es el joven descarado que derrumbaba muros con su velocidad endiablada, su regate imperceptible y su insaciable olfato de gol.
Estando en posesión aún de todas esas virtudes, Leo debe además dar un paso adelante en términos de madurez personal y futbolística
El crack argentino no tiene que demostrar nada sobre el terreno de juego, pero su madurez (acaba de cumplir 26 años) personal y futbolística implica asumir otro tipo de liderazgo en el vestuario.
Messi es el rostro de este Barça campeón de todo lo ganable, pero ya no es el joven descarado que derrumbaba muros con su velocidad endiablada, su regate imperceptible y su insaciable olfato de gol.
Estando en posesión aún de todas esas virtudes, Leo debe además dar un paso adelante en términos de madurez personal y futbolística
Con Neymar, más regate, más velocidad y más goles
De
Neymar se espera mucho porque puede darlo. Lo que ha hecho hasta ahora y
su juventud justifican pagar 57 millones, pero llega la hora de
refrendar su clase.
Una calidad que, sin haber debutado en Europa, ya le pone en la lista de los aspirantes a suceder un día en lo más alto del fútbol mundial a Messi, el mejor de la historia.
Porque un jugador que reúne velocidad, un desborde endiablado en carrera y en estático, una técnica depuradísima para dominar el balón y una gran capacidad para asistir y golear sólo puede ser un súperclase. Neymar lo es y por eso lo ha fichado el Barça.
Para que drible, asista, marque, atraiga rivales y mejore el rendimiento de Villa. Sólo necesita confianza y algo de tiempo. El resto caerá por su propio peso. El peso de la clase
Una calidad que, sin haber debutado en Europa, ya le pone en la lista de los aspirantes a suceder un día en lo más alto del fútbol mundial a Messi, el mejor de la historia.
Porque un jugador que reúne velocidad, un desborde endiablado en carrera y en estático, una técnica depuradísima para dominar el balón y una gran capacidad para asistir y golear sólo puede ser un súperclase. Neymar lo es y por eso lo ha fichado el Barça.
Para que drible, asista, marque, atraiga rivales y mejore el rendimiento de Villa. Sólo necesita confianza y algo de tiempo. El resto caerá por su propio peso. El peso de la clase
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