El Barcelona ya es líder tras su exhibición
ante el Levante con los mecanismos de siempre y algunas nuevas
aportaciones de Gerardo Martino
Los cambios de Martino
El Barcelona ya es líder tras su exhibición ante el Levante con los mecanismos de siempre y algunas nuevas aportaciones de Gerardo Martino
| 20.8.2013 | 00:00h.
Es verdad que el Levante todavía está
de vacaciones y que un partido no sirve para escribir teorías. También
lo es que ante los 'granota' se vio una gran versión del Barcelona de
Cruyff, Guardiola y Vilanova, con los mecanismos de siempre y el hambre
renovados. De la presión y otras consideraciones habituales ya se ha
hablado mucho así que nos centraremos en la novedad táctica más
importante (que no única y que abordaremos otro día): los matices en el
juego de ataque.
Extremos por fuera, laterales por dentro
Martino alineó a Alexis por la derecha, Messi en el centro y Pedro por la izquierda. En el libro de Guardiola y Vilanova los extremos juegan abiertos para dar amplitud al ataque del equipo con el objetivo de generar espacios por dentro. Ahí están sus mejores jugadores y también la portería así que por ahí hay que acabar las jugadas. El extremo se mantiene abierto hasta que el lateral de la banda aborda su espacio. En ese instante, con el objetivo de generar superioridades por dentro los delanteros corren hacia el interior para dejar esa zona al defensa incorporado. La imagen de Alves, Abidal, Adriano, Alba o Montoya llegando a la línea de fondo ha sido una seña de identidad de los equipos de Pep y Tito.
¿Qué sucedió ante el Levante? Que los laterales Alves y Adriano apenas desdoblaron a sus extremos y que Alexis y Pedro estuvieron mucho más cercanos a la cal de lo visto hasta ahora. Por la izquierda, por ejemplo, Adriano no combinó en ataque hasta el minuto 19 y en la primera parte (la de la exhibición) sólo se incorporó dos veces más, a los 32 minutos, en una jugada en la que ni siquiera acabó profundizando y a los 40, cuando jugando por dentro forzó el penalti que dio paso al 5-0 de Messi. En este sentido, ya con Neymar en el campo, destacamos sus dos combinaciones con Adriano, las dos iguales, en los minutos 80 y 84, siempre con el crack por fuera y el defensa por dentro.
Por la derecha, Alves apenas subió como en él era habitual. Su vida de extremo ha mutado para convertirse en un interior que va a aparecer por el carril del centrocampista, para entendernos, el que va del pico del área propia al pico de la rival. El Tata entiende que para jugar por la banda la habilidad de los extremos es mejor que la de los laterales (también para forzar los uno contra uno) y, además, que si los extremos no van permanentemente hacia el centro se generarán más espacios para la entrada desde la segunda línea de jugadores como Cesc o Xavi. De esto hablaremos más adelante.
El caso es que jugando por dentro Alves marcó el 3 a 0 (minuto 23), inició la jugada del 6-0 (44'), provocó una falta peligrosa en la frontal (23') y se asoció con Messi muchas veces (demasiadas) en la frontal. Tal vez Alves deberá aprender a dosificar sus entradas para no eliminar los espacios centrales que pretende el Tata con esta modificación. Además, no sucedió ante el Levante pero debe pasar que jugando así Alves va a poder explotar una de sus grandes virtudes: el chut desde la larga distancia (en su última temporada en el Sevilla fue el jugador de la Liga que más chutó a gol).
¿Quiere decir eso que los extremos ya no van a pisar el área rival? Por supuesto que no. El abc del fútbol dice que una jugada que empieza por la derecha debe finalizarse por la izquierda: ante el Levante Pedro marcó dos goles y Alexis uno, todos apareciendo (no estando) en el área.
El juego de la segunda línea
Misma idea, pequeña variante en la ejecución. Si los extremos se mantienen abiertos, la defensa contraria también y, por tanto, se generan muchos pasillos interiores. En este sentido es muy importante ocuparlos de manera permanente pero en el momento justo. Si no se hace bien, la acumulación de defensas y atacantes es tal que se hace imposible la combinación. Ayer el Barça volvió a atascarse por el centro (minutos 8, 10, 18, 28, 33, 74, 88¿) como en tantas ocasiones hemos visto en estas últimas temporadas. No es un problema fácil de resolver ya que los equipos contrarios viven asustados y reculan, incluso, ocupando el interior de su área (un pecado táctico). En Malasia, por ejemplo, Martino hizo un comentario en voz alta: "¡Están defendiendo con los once dentro del área!". Es lo habitual y por eso es tan importante la ocupación de los espacios. El Tata descubrirá, además, que lejos del Camp Nou todo es todavía más difícil.
Ante el Levante el Barça generó 6 jugadas por las bandas y 21 por el centro. Nada nuevo. Ya hemos explicado que la lógica lleva a pensar que el Barcelona carga el juego en torno a sus mejores futbolistas y éstos juegan centrados. Ahora bien, si los extremos no se cierran, los laterales que los marcan tampoco y, por tanto, los pasillos para atacar la portería son más amplios: ahí entra en escena la inteligencia de los hombres de segunda fila. Una entrada de Cesc supone el 1-0 de Alexis (minuto 2); otra aparición del 4 permite la pared Messi-Pedro para el 2-0 del argentino (11') y la entrada de Xavi y la pared con Cesc suponen el 6-0 (44'). Con esta vieja idea el Barça creó muchas más oportunidades pero también, por ansiedad, desperdició muchas otras por la simple acumulación de jugadores propios y rivales en la frontal.
En este sentido son importantes las figuras de Cesc, Xavi e Iniesta (en principio los centrocampistas que más van a jugar y, por tanto, que más deberían ocupar esos espacios) o de Alves (un futbolista con clara tendencia ofensiva) para entrar cuando deben, no siempre ni a lo loco; de los extremos Pedro, Alexis, Tello o Neymar, que deben abrir el campo y esperar para no arrastrar a sus marcadores hacia el espacio libre (desmarque pasivo) y, por supuesto, Messi, el generador del espacio por el centro que va a ser muchas veces el asistente (algo habitual desde el gran descubrimiento de Guardiola cuando lo convirtió en falso '9'), como sucedió en el 4-0 de Pedro (minuto 25). Cada uno, en su rol, debe jugar con sabiduría y generosidad ya que los movimientos para los demás son ingratos pero necesarios para el grupo. Del éxito de este dinamismo depende el triunfo del equipo.
Juego más vertical
El Tata insiste en sus ruedas de prensa pero la realidad es la que es. El pánico del Levante (y del resto de los equipos) elimina los espacios lo que hace muy difícil jugar a la espalda de la defensa. De campo a campo Sergio habilitó a Alexis en el minuto 21; Cesc a Messi en el 29 (acabó chocando con el portero Navas) y el propio Cesc otra vez a Alexis (el chileno disfruta con estas acciones pero el equipo no sobrevive a este fútbol) en el 43. Nada de provecho. Habrá que mejorar. Tampoco hubo éxito en las dos transiciones de contraataque, las dos de Messi (minutos 60 y 70), aunque en este capítulo todos sabemos que el argentino es letal.
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