Fanático de Bielsa, compañero de Fito Páez, vago y un pésimo asador
Gerardo Martino es el hombre de moda en el fútbol internacional; conocé algunos detalles del flamante DT de Barcelona
Gerardo Martino
es el nuevo DT de Barcelona, pero también es "el hombre de moda" en el
fútbol internacional. Tras conocerse la salida de Tito Vilanova, todas las miradas apuntaron a su sucesor,
que intentará continuar la senda ganadora del conjunto catalán. Conocé
algunos detalles del hombre que contará con Lionel Messi, Xavi, Iniesta y
Neymar, entre otros, a su cargo.
¿Vago? Con un perfil trabajador como DT, su
autodefinición como futbolista lo pone en el otro extremo. "Es muy
difícil saber quién sería el Martino de hoy", comentó en una extensa
entrevista en la revista El Gráfico. "Yo tenía mucha técnica, pero era
vago, no corría", dijo. Y así lo recuerdan en el diario Marca de España,
en donde marcaron su paso fugaz por Tenerife, donde empezó bien, pero
terminó "bastante mal". Al fútbol español llegó en la liga 1990/91y se
fue en la temporada siguiente. Lo había pedido Jorge Solari.
Como estudiante hizo hasta cuarto año en la
Dante Alighieri de Rosario y dejó en quinto. En primer año fue compañero
del músico Fito Páez. "Estábamos en un grupo de amigos y Fito se
ocupaba de la música en los bailes", dijo.
Es el futbolista que más partidos disputó con la
camiseta de Newell's. Debutó a los 17 años y llegó a los 505 cotejos
con la Lepra. Hombre emblema como futbolista, su último paso como DT fue
con el título del torneo Final.
Jugó en Newell's, Tenerife, Lanús, O'Higgins de
Chile y Barcelona de Ecuador. "Ya me había retirado un tiempito antes,
pero quería darme el gusto y fui a Ecuador. Pero ya era un ex jugador",
confesó tiempo después.
Enemigo de López, el ex presidente de Newell's
que lo tildó de "hincha de Rosario Central". En la revista El Gráfico
explicó: "El me permitió volver a Newell's tras mi paso por Lanús, pero
después se dio algún problema (no le pagó)". Con el tiempo estuvo cerca
de ser DT en la gestión de López, pero ya estaban enfrentados y el
presidente dijo: "Jamás le ofrecería el cargo a un hincha de Central".
Para Tata está todo claro: "¿Qué habla bien de mi? ¿Estar en la línea de
López o en la de enfrente? Hay más síntomas para pensar que López es de
Central a que yo soy de Central".
¿Solari o Bielsa? "Con el Indio crecimos a los
golpes (Liguilla con Boca, Central campeón). Y Marcelo es el mejor",
respondió hace un tiempo. Y contó que el Loco les daba tarea: "Nos pedía
que leyéramos los comentarios de tres diarios y de El Gráfico de los
últimos partidos del rival de turno". "Mis equipos tienen el deseo de
jugar como sus equipos", confesó.
Su carrera como entrenador estaba dividida entre
Argentina y Paraguay. Trabajó en Brown de Arrecifes, Platense,
Instituto, Libertad, Cerro Porteño, Colón, Libertad, la selección
paraguaya y Newell's. Por primera vez irá al Viejo Continente como
técnico.
Alguna vez se imaginó dirigiendo a Lionel Messi,
pero siempre pensó que podía ser en Newell's. Y reconoció en Fox Sports
que podría ser difícil hablar con él. "Me costaría decirle algunas
cuestiones. Cuando uno los ve tan dimensionados, tan a lo lejos, tan
importantes, tan sabiendo todo, tenerlo de golpe acá sería difícil",
dijo.
"Soy un pésimo asador". La declaración que
levantó ayer el diario El País de España se dio días después de
conseguir el título con Newell's. Su hija comentó por Twitter el asado
que estaba cocinando en pleno festejo y él tuvo que salir a aclarar que
su mejor versión no se encuentra al lado de la parrilla.
Su conexión con Barcelona tiene algunos puntos
de contacto durante su carrera, aunque mínimos. Su debut en Tenerife fue
el 2 de marzo de 1991, cuatro días después de llegar a España. Fue
derrota 1-0 en el Camp Nou, con gol de Hristo Stoichkov. En el rival
jugaron el actual director deportivo azulgrana, Andoni Zubizarreta.
También al director de formación, Guillermo Amor, y al entrenador de
Barcelona B, Eusebio Sacristán.
Con Lionel Messi, más allá de Rosario y
Newell's, el "primer encuentro" también los une. En 1996 fue la
despedida de Martino y los chicos de la categoría de Leo dieron la
vuelta olímpica, tras consagrarse campeones. "Las tribunas se vinieron
abajo y todos gritaron Maradó, Maradó, mientras Messi hacía jueguitos",
le relató un compañero de la Pulga al diario Perfil
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