Encarriló el título con una primera vuelta magistral en la que sólo cedió dos puntos. Jugaron 17 canteranos y Jordi Roura tuvo que suplir a Tito durante 10 partidos.
A pesar de su contundente victoria final (sólo dos derrotas ante Real Sociedad y Real Madrid), el equipo blaugrana ha tenido que sortear numerosos contratiempos. Las lesiones en defensa le obligaron a tener que inventar soluciones de emergencia. Mascherano se confirmó como central y por ahí también pasaron Busquets, Song, Adriano y Bartra. Pero el Barça sobre todo tuvo que luchar de forma ejemplar contra el cáncer. Abidal se perdió prácticamente toda la temporada por un trasplante de hígado y Tito Vilanova tuvo que marcharse a Nueva York para tratarse la reproducción de su enfermedad. Aun así, el conjunto catalán supo aguantar el tipo.
Tito Vilanova: Estuvo en las veinte primeras jornadas antes de irse a Nueva York y sólo perdió un encuentro, el último ante la Real. Regresó diez jornadas después en la goleada ante el Mallorca (5-0). Con Tito, el Barça ganó 21 partidos, empató dos y perdió uno. Es el séptimo entrenador del club que gana la Liga en su primer año y será, si Mou se va, el único de los 46 entrenadores que han ganado el campeonato en toda su historia que sigue dirigiendo en España. Intentó mantener el dibujo de Guardiola pero le añadió al juego algo más de verticalidad. Falló a la hora de dosificar a los jugadores para la recta final y él mismo ha reconocido que igual no manejó bien la explosión de Tello.
Jordi Roura: Suplió a Vilanova diez partidos. Ganó siete, empató dos y cayó ante el Madrid en el Bernabéu con una imagen muy pobre. Ha solventado la papeleta con valentía y, a pesar de que sus decisiones estaban consensuadas con Vilanova, se le fue un poco el grupo al costarle demasiado imponerse. Se llegó a hablar de autogestión en el vestuario. En la sala de prensa mostró su inexperiencia y entró demasiado al trapo avivando los debates. En su primer partido barrió a Osasuna (5-1). Roura le dio el mismo protagonismo a Villa que a Alexis (seis titularidades cada uno).
Víctor Valdés: Cederá el Zamora a Courtois. Su temporada ha sido empañada muy al final, como el resto del equipo, pero empezó de forma espectacular. Su campaña se vio agitada por su negativa a continuar en el club más allá de 2014. Fue expulsado en el Bernabéu tras quejarse airadamente por un penalti a Adriano no señalado y fue castigado con cuatro partidos. Estuvo seis partidos imbatido. Ha sido el que más ha jugado en Liga con 2.610 minutos.
Pinto: Jugó los cuatro partidos en los que Valdés estuvo sancionado y el Barça ganó tres y empató uno. Jugó 450 minutos en total. Luego, apareció de nuevo ante el Betis por la lesión del titular. Buenas actuaciones. Ha mejorado con los pies y en el uno contra uno. Renovó su contrato y seguirá como segundo.
Alves: 2.136 minutos disputados. Fue de menos a más hasta recuperar por momentos su buen nivel de otras temporadas. El uno contra uno ya le cuesta más. Sin estar tan rápido como antes siempre dio la cara y en los partidos grandes fue de los que más protagonismo cogió. Tuvo dos lesiones que permitieron la entrada de Montoya. A diferencia de otras temporadas, Alves no ha aportado ningún gol. Sus entradas por sorpresa ya son conocidas.
Puyol: 966 minutos. Sólo ha disputado trece partidos, siete de ellos completos. Una de sus peores temporadas. Las lesiones truncaron su regularidad. Al final de la temporada, y casi sin consultarlo con el club, decidió operarse la rodilla tras haber sido suplente en la eliminatoria contra el Milán. Ha metido un gol en Liga. Su liderazgo, su amor propio y su poderío a balón parado los ha echado en falta el equipo.
Piqué: 2.055 minutos. El único de los centrales que ha resistido de pie durante toda la temporada. Las bajas de sus compañeros le han obligado a tener hasta cinco parejas distintas este curso y, sobre todo, a no descansar cuando debió. Físicamente peor que otros años. Irregular. Unos días brillante y otros, demasiado lento. Vio seis amarillas y una roja. Hizo dos goles. Tras caer ante el Bayern fue tajante a pesar de que está más comedido que nunca: “Habrá que tomar decisiones al final de la temporada”.
Jordi Alba: La temporada de su consagración. Una moto por la izquierda. Ha jugado 2.138 minutos y ha marcado dos goles. Únicamente ha fallado a veces al perder la concentración a la hora de cerrar o a balón parado. Un seguro al corte y otra alternativa más en ataque. Se entendió muy bien con Iniesta a la hora de doblar la banda. Su adaptación fue muy rápida al juego del Barça. Debe cuidar su temperamento.
Busquets: De más a menos. Ha jugado 2.065 minutos. Disputó 28 partidos, 23 de ellos como titular. El pubis le ha ido mermando según avanzaba la temporada. Sólo ha metido un gol y vio nueve tarjetas amarillas. Su polivalencia volvió a ser clave. Con el balón cada vez aporta más. Cuando él no está bien, su equipo sufre. Esta temporada ha unido a su repertorio un mayor uso del desplazamiento en largo.
Xavi: Como el resto del equipo, ha acabado fundido. Su inicio volvió a ser sensacional. Descansó poco porque él dice que jugar es lo que mejor le sienta. Lleva 2.007 minutos y ha hecho cinco goles gracias a su inteligencia en la llegada. Thiago le dio relevo para poder competir en Europa algo más fresco. Se ha intentado cuidar su físico al máximo. Por ello sólo ha jugado 15 partidos enteros. Renovó.
Iniesta: De lo mejor de la temporada. Apenas se lesionó y fue de los que siempre estuvieron más frescos. Ha jugado 1.789 minutos. Deleitó, como siempre, con sus regates, controles y asistencias. Sigue sin mejorar su olfato goleador. Pese a vivir casi siempre cerca del área, sólo hizo dos tantos. Lo mejor, su polivalencia. Hizo de mediocentro y de extremo por las dos bandas. Cada vez se le ve más rápido en un cambio de ritmo que parece haber patentado.
Alexis: Sigue sin convencer. Ha tenido muchas oportunidades pero, por momentos, no dio la talla ni aprovechó la larga ausencia de Villa. Lo da todo en defensa y, por eso, jugó en momentos claves del año como el de Múnich. Sin embargo, de cara a gol jamás pareció un delantero de 45 millones de euros. Lleva 1.518 minutos y ha marcado seis goles. Villa, con 400 minutos menos ha hecho tres goles más en Liga. Y sin estar a su nivel habitual. Alexis sólo jugó seis partidos completos. Dijo que era un “jugadorazo” y sólo lo demostró en días contados. Como ante el Mallorca.
Pedro: Igual de chisposo que siempre pero menos decisivo que con Guardiola. Ha jugado 1.873 minutos y ha marcado cinco goles. Ha tenido más problemas musculares que en otras ocasiones y su progresión se ha visto frenada varias veces. En Europa y con la Selección fue más decisivo. Mejor con espacios que con los equipos cerrados.
Messi: De otro planeta. Por eso volvió a llevarse el Balón de Oro; el cuarto. Ha batido todos los récords. Entre ellos el de golear durante 19 jornadas seguidas en Liga. Desde la 11ª jornada a la 29ª. Lleva 2.556 minutos disputados y es el segundo futbolista del Barça que más ha jugado después de Valdés. Suma 46 goles. Tres de ellos de falta directa y cuatro de penalti. Está a cuatro de su propio registro en Liga. Únicamente se quedó sin marcar en cuatro partidos. En los otros tres, si salió. Fue cuatro veces suplente y cuando salió al campo jamás le sustituyeron. En el último tramo de la temporada, y ante el atasco general, Vilanova optó por ponerle delante un ‘9’ para dejarle más libre con el objetivo de abrir las defensas.
Cesc: Lleva 1.957 minutos en Liga, en los que marcó diez goles. Sólo jugó once partidos completos. Volvió a alternar el centro del campo con la posición de falso nueve pero en la segunda parte del campeonato ha mostrado un nivel físico inferior. El Camp Nou le ha silbado tímidamente en los últimos partidos. No encuentra su hueco en un centro del campo exquisito en el que no tiene cabida. Su fútbol ha cambiado por completo respecto a aquel jugador del Arsenal que iba a de área a área y mandaba.
Villa: Muy lejos de su cien por cien. Ha disputado 1.147 minutos y ha marcado nueve goles, por lo que es el tercer máximo realizador del Barça. Cuando jugaba poco, merecía más. Y cuando jugó más, merecía menos. Empezó actuando en el flanco izquierdo del ataque y Tito optó más tarde por centrar más su posición. Se cansó de esperar minutos tras recuperarse de la grave lesión de tibia. Su relación con Messi ha sido enjuiciada a lo largo de la temporada y suena para abandonar el club este verano.
Mascherano: Uno de los preferidos de la afición por su entrega. Es mediocentro pero ha jugado de central por la necesidad del equipo y por la falta de fichajes en esa posición. Ha jugado 1.663 minutos. Fue expulsado una vez y sigue sin ver puerta después de tres temporadas y casi 6.000 minutos en el campo. Astuto al corte, valiente al choque y duro en el juego aéreo, volvió a mostrar sus carencias con los balones a la espalda. Su lesión en París le ha impedido jugar el tramo decisivo.
Song: Comenzó muy tímido y ralentizando demasiado el juego pero ha acabado pidiendo la titularidad a gritos por una frescura que le faltaba al resto. Lleva 1,388 minutos (700 menos que Busquets). Llegó a jugar de central pero su falta de velocidad hizo que Tito no repitiese muchas veces el experimento. Se estrenó con un gol ante el Zaragoza. Buen relevo para Busquets.
Tello: La gran revelación de la temporada. El canterano ha disputado 1.070 minutos y ha marcado siete goles. Su uno contra uno ha destrozado muchas defensas. La afición ha pedido más minutos para él. Renovó aunque su cláusula de rescisión es sólo de 10 millones de euros y tiene a los grandes equipos de Europa tras él. Ha jugado más en Liga porque no contó para los partidos más importantes de la Champions. Su especialidad la definición a lo ‘Henry’: rosca al palo más lejano.
Thiago: Ha sido el que ha dado descanso a Xavi y a Iniesta. Se ha mostrado más maduro en los 1.257 minutos que ha jugado. Ha mejorado su físico y ya no rehúye el choque. Es sorprendente su poderío de cabeza. Sin embargo, sigue conduciendo demasiado el balón y arriesgando el pase para jugar en un equipo en el que el centro del campo funciona como una máquina precisa que se mueve a dos toques. Hizo dos goles, uno de ellos de bandera en La Romareda.
Adriano: Un auténtico coloso con el mismo problema de siempre: las lesiones. Ha disputado 1.372 minutos pero sólo jugó nueve partidos completos. Se destapó con cinco goles y se estrenó como central ante el Real Madrid en el Camp Nou. Luego fue lateral, centrocampista y extremo. Le cuesta seguir el calendario de partidos de un grande. Si jugara cada siete días, sería fijo. Cada tres, sufre y se rompe.
Bartra: Sólo lleva 347 minutos en Liga (tres partidos como titular) y curiosamente el cuerpo técnico confió en él en el momento decisivo del curso por las lesiones de los otros defensas. Se mostró nervioso de inicio y se fue agrandando con el paso de los partidos. Le falta contundencia y debe mejorar la salida del balón. Sólo ha visto una tarjeta amarilla. La grada le quiere.
Montoya: Buena alternativa para suplir a Alves y como apagafuegos para el lateral izquierdo. El canterano entró con fuerza en el equipo por el bajón del brasileño. Ahí acumuló gran parte de los 970 minutos que ha jugado. Muy bueno físicamente, debe mejorar algo con el balón. Cometió algún fallo a la hora de cerrar su banda en defensa pero en líneas generales demostró estar maduro para jugar en el primer equipo.
Deulofeu: El extremo del filial ha podido jugar sus primeros 26 minutos ante el Mallorca. La afición tiene muchas ganas de verlo a ser la perla de la base. Hasta que no ha renovado, no le han dado ‘bola’ en el primer equipo. No estuvo demasiado acertado en su debut porque le pudieron las ganas de agradar cuando antes pero se le ven muy buenas maneras y, sobre todo, descaro.
Jonathan Dos Santos: El mediocentro gozó de 46 minutos distribuidos en dos partidos. Poco tiempo para calibrar si su valía será tenida en cuenta a más corto plazo en el Barça. Tiene buen desplazamiento, ocupa mucho espacio y llega bien al área.
Sergi Roberto: El mediocentro es el que menos ha jugado. Su presencia fue testimonial en Zaragoza. Muy buena técnica y gran llegada. En el filial ha sido fijo en Segunda. A la sombra de Thiago.
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