Adriano Correia llegó a la chita callando al
Barça y ya es una de las incorporaciones más rentables de la época
reciente. El primer fichaje de la 'era Rosell', el más sigiloso de todos
al anunciarse el acuerdo con el Sevilla cuando su nombre ni siquiera
había aparecido en los medios, está haciendo historia en este arranque
de temporada.
Con cinco tantos en 11 encuentros disputados en la Liga, sólo el
insaciable Leo Messi (25) le supera en el ránking de artilleros del
equipo azulgrana.
Igualado con Cesc Fàbregas y David Villa, el brasileño, que también
marcó ante el Alavés en la Copa, se ha erigido en indiscutible para Tito
Vilanova y no hay precedentes de un lateral del Barça que haya metido
tantas dianas desde la creación del Campeonato.
Sólo Dani Alves finalizó la Liga 2008-09 con cinco goles pero los
metió en 34 partidos, 23 menos de los que ha disputado su compatriota.
Su golazo ante el Atlético desactivó el efecto del 0-1 de Falcao seis
minutos después. Su rosca con la zurda entró como una exhalación por la
escuadra de Courtois como hace tres meses se coló por la de Diego Alves
para tumbar al Valencia (1-0).
Su obra de arte resucitó el domingo al mejor Barça cuando más
atascado estaba ante el muro colchonero. Adriano se lo guisó y se lo
comió ante Filipe Luis y Arda Turan.
El Camp Nou se vino abajo coreando su nombre, algo que pocos podían
imaginar cuando el club invirtió 9,5 millones de euros en 2010 por su
fichaje.
Su merecida renovación de contrato (vence en 2014) está al caer tras
haber elevado a la máxima potencia su polivalencia. Es tal la confianza
de Vilanova en Correia que hasta recurrió a él para jugar de central por
vez primera en su carrera ante el Real Madrid, superando el examen con
nota.
Aunque su rol debía ser en principio el de hombre de refresco para
Alba en la izquierda, Adriano ha pasado a ser el lateral derecho
titular. Alves ha quedado relegado y Montoya lleva ya dos partidos de
Liga fuera de la lista. A día de hoy no hay debate. Gana Adriano
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