martes, 18 de diciembre de 2012

SPORT: El día que Mourinho se suicidó en directo y por TV


Josep Maria Casanovas | 18.12.2012 | 04:05h
¡QUÉ DURA ES LA CAÍDA! Mourinho se suicidó en directo y por televisión. Ni su peor enemigo podía darle un consejo más maligno. Tiró la toalla antes de entrar en la ducha. Confesó su impotencia en un ataque de sinceridad. Se desnudó ante los periodistas que tanto odia. Dejó con el culo al aire a Florentino, que la víspera le había defendido. Decir que la Liga está imposible para el Madrid es abofetear a los aficionados que todavía sueñan con un milagro. Una vez más el portugués demostró que solo piensa en él, que el club le importa un rábano. Si pudiera, ahora mismo cogería un avión y se fugaría. Está harto de unos jugadores que no dan la cara por él; está arrepentido de no haberse marchado el pasado verano después de ganar la Liga. Sabe lo que le espera, un equipo que le está haciendo la cama. Nunca se había visto en una situación así, sabe que no tiene futuro. Ayer acudió a la comida de Navidad del club. Sentado entre el presidente y el vicepresidente parecía ausente, su seriedad reflejaba cabreo, incomodidad, desprecio. Solo le faltaba escuchar el discurso de Florentino diciendo que el Madrid nunca se rinde para sentirse peor, para darse cuenta de que sobra en el madridismo. Que coreen su nombre en el Camp Nou en forma de cachondeo es algo que hiere su orgullo. Se ha caído del pedestal.
REBELIÓN A BORDO. Por mucho menos, por decir que era imposible ganar en el Camp Nou, se cargaron a Schuster. Pero no pasará nada ahora. Cesarle cuesta demasiados millones y tampoco hay sustituto con garantías. Aguantarán hasta febrero para ver si recuperan el rumbo en la Champions. Sería un milagro. El mar de fondo del vestuario ha roto la armonía del equipo. Sergio Ramos se atreve ya a replicar al míster diciendo que para el Madrid “no hay nada imposible”. Hay una rebelión a bordo por parte del grupo que encabezan Casillas, Alonso y Ramos. Son los tres chivatos de las confidencias que aparecen en la prensa aunque Mou no tiene pruebas para denunciarlos. Cristiano Ronaldo tampoco está bien, se siente traicionado por el presidente que no le ha querido mejorar el contrato mientras que en el plano deportivo se ve eclipsado por Messi y Falcao. Con este panorama por delante, son muchos los que apuestan que volverán a tropezar el próximo fin de semana en Málaga, donde por cierto tienen muchas ganas de pasarles por la piedra.

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