Tito Vilanova reaparece en la Champions ante el PSG
El técnico regresa para llevar al Barça a Wembley.
Exige goles ante el PSG y así sentenciar ya los cuartos.
Tello gana enteros para acompañar a Messi y Villa
Tito Vilanova, de espaldas y con gorro, durante la charla que dio
ayer a sus jugadores sobre el césped del Parque de los Príncipes
/ FOTO: CLAUDIO CHAVES
Gabriel Sans
02/04/2013 11:27
Esta noche, en el Parque de los Príncipes, Tito Vilanova escuchará de nuevo los sugerentes acordes de la música de la Champions League. Volverá a degustar fútbol del bueno, del de verdad.
El Barça se enfrenta al PSG de los petrodólares, de Ancelotti, el amigo de Mou, de Ibrahimovic, el ex que se fue pitando y enojado y que con el tiempo presume de haber jugado en el mejor equipo del mundo, y el reto es apasionante.
Nada mejor que un partidazo europeo para recobrar el estado de ánimo. El técnico desenchufará el piloto automático y volverá a llevar los mandos hacia Wembley.
La épica remontada ante el Milan en el Camp Nou en los octavos de final después de hipotecar el futuro en San Siro concedió al Barça una nueva oportunidad de reconquistar Europa.
Dicen en el vestuario que aprendieron de aquella lección y que no se volverá a repetir hoy ante los franceses. Que se asomaron al abismo y produce un vértigo terrible. Toca mostrar su versión original.
Con intensidad, aplomo y convicción. Más valentía y, esencialmente, más remate. Marcar es el objetivo principal. Todo lo contrario que aquella aciaga noche italiana de febrero.
El técnico de Bellcaire ha llegado a tiempo para corregir esas disfunciones defensivas que han llevado al equipo a lamentar una fuga de goles en contra.
El último despiste en Vigo costó el gol de Oubiña y el empate final. Un error que no puede repetirse y menos ante un equipo francés que ha recuperado su aspecto más fiero con el inexplicable perdón de la UEFA al delantero sueco.
Tito ha diagnosticado los males pero no dispone de mucho margen. Cuenta con los justos, en apariencia con un equipo de gala, pero ya no se puede lastimar más. No están Puyol, Adriano y Pedro y donde más le duele es en defensa.
Alves, Piqué, Mascherano y Alba, que ya tiene al alta médica, formarán la línea defensiva. En la media, el triplete que mejor hace carburar al equipo, con Xavi, Busquets e Iniesta. Y por delante, la única duda: el nombre de quien acompañará a Messí y a Villa. Tito baraja tres opciones y Tello cuenta con opciones. Cesc anda disperso y Alexis no está.
Tito, de todas formas, mirará de reojo al argentino y se sentirá tranquilo. Contar con Messi es un lujo. Por su brutal eficacia y por lo que atemoriza a sus rivales con sólo verle corretear por el césped.
Leo viene de dar una vuelta goleadora en la Liga, de llegar a los 56 tantos, de haber marcado en 34 de 47 partidos, de poner la proa a su quinto pichichi europeo y de airear públicamente que nota “buenas sensaciones”. Y todo eso asusta.
Duelo morboso
Enfrente estará Ibra. El morbo de siempre que acaba haciendo sonreír a Leo. Zlatan nunca ha podido con el Barça aunque es tan alto como peligroso. Es la mitad del PSG: 29 goles en 36 partidos. Con Ibra rehabilitado, Ancelotti ha modificado el plan.
Tenía previsto esperar al Barça y salir al contragolpe pero con el sueco, que siempre quiere el balón al pie, deberá elaborar más y discutirle el balón a los culés. Y eso es infrecuente. Claro que el Milan supo como hacerlo.
“La eliminatoria se decide hoy”
Tito Vilanova ha vuelto con fuerza. La mejor prueba es que ayer el entrenador azulgrana dio una charla a su equipo sobre el césped del Parque de los Príncipes en que se le vio intenso. En plena forma.
El mensaje de Vilanova, además, fue diáfano. Claro. Contundente. “La eliminatoria se decide mañana (por hoy) aquí, en París”, fue el 'leit motiv' de la charla de Tito. Y todo porque el entrenador no quiere que nadie contemporice, que salga sin intensidad pensando que después queda la vuelta, que en el Camp Nou todo es posible como lo fue ante el Milan en aquella mágica noche de la remontada... No.
Tito avisó a su equipo de que no quiere “un partido como el de Milán”, en el que dos acciones aisladas del equipo 'rossonero' (la segunda un claro error defensivo) dejaron al Barça al borde del desastre en octavos de final. Vilanova insistió a sus jugadores en que quiere “máxima concentración para no cometer más errores defensivos”. Errores como los del sábado en Vigo.
La charla duró cuatro minutos, que aunque parezca poco es un mundo teniendo en cuenta que fue un monólogo del entrenador, que iba reforzando su discurso con enérgicos movimientos de su brazo derecho. Los jugadores y asistentes escucharon atentísimos. A la derecha de Tito, Leo Messi, concentradísimo, como todos sus compañeros.
Como avanzó MD en su edición de ayer, Vilanova ya ha apretado a sus defensas para que minimicen errores a partir de hoy. Ayer tocó enviar el mensaje a toda la plantilla. El Barça se juega mucho y hacer hoy algún regalo puede ser pecado mortal.
El Barça se enfrenta al PSG de los petrodólares, de Ancelotti, el amigo de Mou, de Ibrahimovic, el ex que se fue pitando y enojado y que con el tiempo presume de haber jugado en el mejor equipo del mundo, y el reto es apasionante.
Nada mejor que un partidazo europeo para recobrar el estado de ánimo. El técnico desenchufará el piloto automático y volverá a llevar los mandos hacia Wembley.
La épica remontada ante el Milan en el Camp Nou en los octavos de final después de hipotecar el futuro en San Siro concedió al Barça una nueva oportunidad de reconquistar Europa.
Dicen en el vestuario que aprendieron de aquella lección y que no se volverá a repetir hoy ante los franceses. Que se asomaron al abismo y produce un vértigo terrible. Toca mostrar su versión original.
Con intensidad, aplomo y convicción. Más valentía y, esencialmente, más remate. Marcar es el objetivo principal. Todo lo contrario que aquella aciaga noche italiana de febrero.
El técnico de Bellcaire ha llegado a tiempo para corregir esas disfunciones defensivas que han llevado al equipo a lamentar una fuga de goles en contra.
El último despiste en Vigo costó el gol de Oubiña y el empate final. Un error que no puede repetirse y menos ante un equipo francés que ha recuperado su aspecto más fiero con el inexplicable perdón de la UEFA al delantero sueco.
Tito ha diagnosticado los males pero no dispone de mucho margen. Cuenta con los justos, en apariencia con un equipo de gala, pero ya no se puede lastimar más. No están Puyol, Adriano y Pedro y donde más le duele es en defensa.
Alves, Piqué, Mascherano y Alba, que ya tiene al alta médica, formarán la línea defensiva. En la media, el triplete que mejor hace carburar al equipo, con Xavi, Busquets e Iniesta. Y por delante, la única duda: el nombre de quien acompañará a Messí y a Villa. Tito baraja tres opciones y Tello cuenta con opciones. Cesc anda disperso y Alexis no está.
Tito, de todas formas, mirará de reojo al argentino y se sentirá tranquilo. Contar con Messi es un lujo. Por su brutal eficacia y por lo que atemoriza a sus rivales con sólo verle corretear por el césped.
Leo viene de dar una vuelta goleadora en la Liga, de llegar a los 56 tantos, de haber marcado en 34 de 47 partidos, de poner la proa a su quinto pichichi europeo y de airear públicamente que nota “buenas sensaciones”. Y todo eso asusta.
Duelo morboso
Enfrente estará Ibra. El morbo de siempre que acaba haciendo sonreír a Leo. Zlatan nunca ha podido con el Barça aunque es tan alto como peligroso. Es la mitad del PSG: 29 goles en 36 partidos. Con Ibra rehabilitado, Ancelotti ha modificado el plan.
Tenía previsto esperar al Barça y salir al contragolpe pero con el sueco, que siempre quiere el balón al pie, deberá elaborar más y discutirle el balón a los culés. Y eso es infrecuente. Claro que el Milan supo como hacerlo.
“La eliminatoria se decide hoy”
Tito Vilanova ha vuelto con fuerza. La mejor prueba es que ayer el entrenador azulgrana dio una charla a su equipo sobre el césped del Parque de los Príncipes en que se le vio intenso. En plena forma.
El mensaje de Vilanova, además, fue diáfano. Claro. Contundente. “La eliminatoria se decide mañana (por hoy) aquí, en París”, fue el 'leit motiv' de la charla de Tito. Y todo porque el entrenador no quiere que nadie contemporice, que salga sin intensidad pensando que después queda la vuelta, que en el Camp Nou todo es posible como lo fue ante el Milan en aquella mágica noche de la remontada... No.
Tito avisó a su equipo de que no quiere “un partido como el de Milán”, en el que dos acciones aisladas del equipo 'rossonero' (la segunda un claro error defensivo) dejaron al Barça al borde del desastre en octavos de final. Vilanova insistió a sus jugadores en que quiere “máxima concentración para no cometer más errores defensivos”. Errores como los del sábado en Vigo.
La charla duró cuatro minutos, que aunque parezca poco es un mundo teniendo en cuenta que fue un monólogo del entrenador, que iba reforzando su discurso con enérgicos movimientos de su brazo derecho. Los jugadores y asistentes escucharon atentísimos. A la derecha de Tito, Leo Messi, concentradísimo, como todos sus compañeros.
Como avanzó MD en su edición de ayer, Vilanova ya ha apretado a sus defensas para que minimicen errores a partir de hoy. Ayer tocó enviar el mensaje a toda la plantilla. El Barça se juega mucho y hacer hoy algún regalo puede ser pecado mortal.
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El Barça más serio para frenar al PSG más rutilante
El Barça debe recuperar su versión más sólida y competitiva si quiere encarrilar en el Parque de los Príncipes los cuartos de final de la Champions ante el PSG
Alineaciones probables del PSG-Barça | Foto: Fabián Cabrera
JUAN MANUEL DÍAZ
| 01.04.2013 | 23:00h
El Barça vuelve a la Champions League
esta noche, y lo hace a lo grande, con un partido de ida de los cuartos
de final que se adivina espectacular frente a uno de los rivales más rutilantes y peligrosos del continente, el PSG de Zlatan Ibrahimovic.El club parisino, rearmado a golpe de talonario por los petrodólares cataríes, dispone de una plantilla y un entrenador de lujo. El experimentado Carlo Ancelotti administra una plantilla con estrellas en todas sus líneas.
Los brasileños Thiago Silva y Lucas Moura, los argentinos Pastore y Lavezzi, los italianos Sirigu y Verratti, los franceses Ballet y Matuidi... y Zlatan como referencia. Un 'Ibra' que ha sido indultado por la UEFA para poder competir también en la ida después de que le redujeran la sanción de dos a un partido.
Además de los nombres, el PSG tiene juego. Con balones largos cuando buscan a Ibrahimovic y con acciones individuales cuando encuentra a algunos de sus talentosos americanos. Quizás le falte un punto de toque y control en la zona ancha y por ahí pueda el Barça imponer su estilo.
Eso sí, siempre y cuando no repita el conjunto blaugrana los errores de San Siro contra el Milan, cuando dejó que el conjunto lombardo les tumbara en un par de despistes. En este sentido, el Barça ha recuperado liderazgo en el vestuario al contar con Tito Vilanova en el banquillo.
La previa del Barça ha girado en torno a tres nombres. Por un lado, Xavi y Jordi Alba, que han tenido que sobreponerse a ciertas molestias físicas que sufrieron en el Francia-España y que les impidió disputar el Celta-Barça; por otro, la entrada en el once de Cristian Tello o de Alexis Sánchez.
Jordi Roura, portavoz del cuerpo técnico en la previa, no quiso descubrir sus cartas, pero todo indica que la línea defensiva (Valdés; Alves-Piqué-Mascherano-Alba) y el mediocampo (Busquets-Xavi-Iniesta) parecen definidos. También Messi y Villa apuntan como intocables en el ataque.
¿ALEXIS O TELLO?
Por tanto, y descartados los lesionados Puyol, Adriano y Pedro (que además está sancionado), Tito y Roura han de valorar si apuestan por el desborde de Tello o la 'capacidad de percusión' de Alexis. La otra opción, aunque más remota, es el regreso de Cesc Fàbregas al once.
En cuanto al París Saint-Germain, vive con una mezcla de ilusión y novedad el duelo frente al campeón catalán. Cómodo líder de la Ligue 1 francesa, el PSG tiene como única baja señalada al ex blaugrana Thiago Motta, una vez que la UEFA indultó a Ibrahimovic.
Carlo Ancelotti dispone de varios futbolistas de una calidad excelente y parece que tiene pocas dudas en su 'once'. El veterano Alex le ganará la partida al joven Sakho en el eje de la defensa, con lo que el resto de la formación parece casi cantada.
Si el grueso de la defensa es brasileña, con Thiago Silva, Alex y Maxwell, el talento en ataque estará repartido entre dos argentinos, Lavezzi y Pastore, y el brasileño Lucas Moura, todos al servicio de Ibra.
Quizás sea en el doble pivote, con Matuidi y Verratti, en donde el equipo de Ancelotti pueda acusar la ausencia de Motta, quien le dota de un mayor control de balón. Pese a todo, no es la mayor virtud de un conjunto más dotado para jugar al contragolpe y aprovechar la referencia de 'Ibra' en la punta para la llegada de sus compañeros.
El único precedente reciente es el amistoso del pasado verano, pero entonces ambos equipos estaban en rodaje. Acabó en tablas y una tanda de penaltis que fuera para el Barça. O como mucho, el Francia-España en el que Jallet, Matuidi o Sakho se midieron a Valdés -impresionante frente a los 'bleus'- y el resto de internacionales de 'La Roja'.
En todo caso, la misión del Barça está clara y se resume en un concepto: no repetir el mal partido de la ida de los octavos de final ante el Milan. Un 2-0 que obligó a una remontada histórica en el Camp Nou (4-0). Un riesgo innecesario si quieren llegar a la final del 25 de mayo en Wembley.
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