España jugará el domingo la final de la Copa Confederaciones 2013 frente a Brasil, después de imponerse en las semifinales a Italia en la tanda de penaltis
| 27.6.2013 | 23:52h.
Tras un primer tiempo con más ocasiones
de Italia y la reacción de España, mejor y con más oportunidades que su
rival en el tramo final de la segunda parte y en la prórroga, el
partido necesitó el lanzamiento de catorce penaltis para definir el
ganador del choque.
El fallo de Leonardo Bonucci, que lanzó por encima del larguero, y la transformación de Jesús Navas clasificaron a España. Antes, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Gerard Piqué, Sergio Ramos, Juan Mata y Sergio Busquets habían marcado para la 'Roja' y Antonio Candreva, Alberto Aquilani, Daniele De Rossi, Sebastian Giovinco, Andrea Pirlo y Riccardo Montolivo anotaron por Italia.
ESPAÑA VOLVIÓ A ELIMINAR A ITALIA EN OTRA TANDA DE PENALTIS DE INFARTO
¡Jesús!
Una docena de penaltis, ni un fallo, ni una parada de los porteros. España estaba en las manos de Casillas, pero no las necesitó. Bonucci mandó el séptimo penalti de Italia a las nubes, al cielo de donde vino Navas para no fallar y meter a La Roja en Maracaná.
Candreva (de Panenka), Xavi, Aquilani, Iniesta, De Rossi, Piqué, Giovinco, Sergio Ramos, Pirlo, Mata, Montolivo y Busquets. Iker no había atajado ninguno, tampoco Buffon. Los lanzamientos fueron de manual a mil pulsaciones. En el decimocuarto penalti, séptimo de Italia, Casillas la paró con los ojos. El central no quiso ni mirar la portería. Mandó su tiro al limbo. Jesús, María y José. Navas no perdonó. Sus ojos de niño representan la nueva vida de España. La lotería nacional de los penaltis volvió a sonreirnos.
Cinco años después España (con dos Eurocopas más y un Mundial) estaba en el mismo sitio, a la misma hora en el lugar del crimen para Italia. Ganar dos tandas de penaltis a los italianos casi que lo supera todo. La nueva España, la del último lustro, nuestra España.
Los penaltis dejarán en el olvido todo lo que pasó durante 120 minutos. Los giros de guión fueron muy radicales. España pasó de estar en una jaula a sentirse liberada en la prórroga, donde mereció ganar el partido como Italia mereció marcar algún gol en la primera parte.
El primer acto está lejos, pero ocurrió. La Azzura convirtió a la campeona del mundo en un equipo previsible, manejado. La pelota la tenían los de siempre, pero Italia la utilizó mucho mejor en mucho menos tiempo. Cada pérdida fue un suplicio. Iker Casillas, santo en dos cabezazos de Maggio que eran goles cantados, no abrió el candado que buscó Italia por todos los medios.
Italia nos enjauló en poco espacio. Sin espacios, sin costuras para poder coser nuestro fútbol, España se sintió mal. Lo contrario pensaban los italianos, que nunca merecieron tanto e hicieron tan pocos números. La autopista de Jordi Alba cambió de dirección. El peligro fue contra su portería. Por allí, Candreva y Maggio encontraron el camino para ganar a España. Lo evitó, hasta el descanso, Casillas.
Se sucedieron las ocasiones de Italia y de España sólo se recuerda una de Torres justo después del segundo cabezazo de Maggio. El filme, trágico para los italianos, fue cambiando de trama. La entrada de Navas fue un soplo de aire fresco en unos 45 minutos que engañaron. España pareció derrotada, casi muerta. Sobrevivió a las espaldas gigantescas de Don Sergio Ramos de Camas y Gerard Piqué Conde de Barcelona, príncipes de España.
Durante todo este tiempo hubo movimientos de fichas, Mata, Montolivo y De Rossi de central, Aquilani. La Roja nos mintió a todos.
Parecía sofocada y España se liberó en una prórroga que pasará a la historia aunque no hubiese goles. Giaccherini mandó un balón al palo, también Xavi, pero tuvimos ocasiones de todos los colores, por tierra, mar y aire, con la velocidad de Navas y con la altura de los altitos, los centrales y Javi Martínez, el 9 de España contra Italia.
No llegaron los tantos y volvimos a los once metros. En ese lugar comenzó todo, desde ese santo punto prosigue la historia. Brasil, Maracaná. Es lo que nos queda. Allí estaremos, con una estrella y el brillo en los ojos del niño Jesús.
Bien traido. Sufrimos como bestias y lo de los penaltis nunca se sabe como puede acabar.Pero parece que Del Bosque lo habia ensayado.
ResponderEliminarCasi toda España se alegro, menos los de Mou que no lo soportan.
Te dejo el hilo recien colgado.
http://unblogmuycule.blogspot.com.es/2013/06/el-topo-vuelve-sonreiry-algunos-lloran.html
No pensaba que iba a sufrir tanto. Y lo pasé mal el jueves. El domingo contra Brasil en Maracaná la selección española se merece ganar. Veremos como influye el cansancio físico y el calor sufrido en Fortaleza.
ResponderEliminarNunca pensé que la afición brasileña se portará de esa forma, los pitos a una España que nunca fue un rival deportivo como si lo es Argentina, demuestran lo cagaos que están.
El domingo si se gana se cerrará el círculo para esta generación única.